miércoles, 30 de noviembre de 2022

Fronteras éticas

Tras el Tarajal, Melilla. Una investigación de El País revela hoy que "hubo al menos un muerto en suelo español", contradiciendo así la afirmación del ministro de Interior, Grande-Marlaska, de que en Melilla "no se produjo ningún hecho trágico en suelo español"


En la playa del Tarajal se trataba de evitar por todos los medios que aquellas personas que nadaban desesperadas lograran pisar suelo español. En Melilla el objetivo era que no lo lograra ni una sola de las personas igualmente desesperadas que pugnaban por atravesar la valla.  Porque de eso se trata: de seguir alimentando la funesta ficción de que lo que ocurre un centímetro más allá de nuestras fronteras no es asunto nuestro.


Ya ocurrió en septiembre de 2018, en plena polémica por la venta de bombas a Arabia saudí y la posibilidad de que estas pudieran ser utilizadas contra la población civil en Yemen, cuando Pedro Sánchez se lavó las manos diciendo que "nuestra responsabilidad llega hasta nuestras fronteras".


Este vacío moral lo encontramos en la respuesta que dio Elena Valenciano el 16 de febrero de 2014 a una pregunta sobre la limitación de la justicia universal impulsada por el PP:

P. ¿Harán la misma campaña contra el recorte de la justicia universal del PP que la que están haciendo contra la ley del aborto?
R. Sí, completamente. La justicia no debe tener fronteras.
P. Ustedes ya recortaron en su día la justicia universal.
R. Muy poco.


Las fronteras políticas son, siempre, fronteras éticas. Lo he escrito y lo he dicho infinidad de veces. Nos escudamos tras ellas para no asumir nuestra responsabilidad. La que se deriva del simple hecho de que nada humano nos es ajeno. Por virtud (ojalá) o por necesidad.

Estados Unidos de Amazon

Alec MacGillis
Estados Unidos de Amazon. La historia del futuro que nos espera
Traducción de Ana Camallonga
Península, 2022 

"Amazon era un marco ideal para entender el país y aquello en lo que el país se estaba convirtiendo, teniendo en cuenta la cantidad de fuerzas contemporáneas que representaba y ayudaba a explicar. Estaba la desigualdad de la riqueza llevada al extremo, encapsulada en la disparatada fortuna personal de su fundador y en los humildes sueldos de la gran mayoría de sus empleados. Estaba la naturaleza del trabajo que realizaban muchos de ellos: rudimentario y aislado, en lugares situados en las afueras, a menudo en turnos y horas que iban variando. Estaba la enorme influencia de la empresa sobre el Gobierno del país, tanto en los distintos estados como en Washington, donde se había introducido en la estructura de poder de la capital de la nación. Estaba la desintegración del tejido cívico al que contribuía la compañía al socavar la actividad comercial presencial y la base tributaria de infinidad de comunidades. Al cambiar de forma tan drástica el modo en que consumimos -la manera en la que buscábamos satisfacción- había rediseñado la vida diaria en su nivel más elemental".


No es este el primer análisis crítico sobre Amazon que referencio en este blog: en 2013 ya me hice eco de la investigación del periodista Jean-Baptiste Malet titulada En los dominios de Amazon, resultado del tiempo que el autor pasó trabajando en el almacén que la megadistribuidora tiene en la localidad de de Montelimar; y en 2020, comentando y recomendando el libro de otra periodista, Jessica Bruder, País nómada: supervivientes del siglo XXI, impresionante etnografía sobre la forma en que Amazon, entre otras grandes compañías, se aprovecha de la precarización laboral y vital que ella misma contribuye a generar.

En este caso MacGillis, utiliza magistralmente el modelo de negocio de Amazon para analizar algunos de los principales procesos sociales que están configurando la realidad de Estados Unidos, al igual que el de el resto de las sociedades del Norte global: la obscena concentración de riqueza, la desigualdad creciente y la degradación de las condiciones de empleo de cada vez más personas; la destrucción del tejido económico local, con su consecuencia de vaciamiento demográfico de amplias zonas de la América rural y la creciente divisoria social y política entre estas zonas y las grandes ciudades; la crisis del Partido Demócrata y el crecimiento de un republicanismo trumpista impulsado por los vientos del resentimiento de las clases populares frente a unas élites progresistas urbanas y modernas; el impacto de Amazon sobre el mercado inmobiliario, su influencia sobre la política y su manejo de la elusión fiscal como una de sus principales fuentes de ingresos...

Un libro bien documentado y excelentemente escrito. Una suerte de Los algoritmos de la ira. El relato de un mundo que ya está siendo y que anticipa un futuro de trabajadoras y trabajadores amazombis. En la portada del libro se recoge un fragmento de una reseña en The Atlantic en la que se dice que tras leerlo "resultará imposible seguir comprando en Amazon de la misma manera". ¿Seguir comprando? Es como decir que tras conocer que en la construcción de las infraestructuras para el Mundial en Qatar han muerto 6.500 trabajadores inmigrantes resultará imposible seguir viendo los partidos de fútbol de la misma manera. Porque de dejar de verlos, de boicotear a la FIFA-mafia ni hablamos, ¿no? Ni de boicotear a Amazon. Pero bueno, si resulta que este libro, tan crítico con Amazon, puede adquirirse en la web de la mega-chunga-compañía...

lunes, 28 de noviembre de 2022

En islas extremas / El instante

Amy Liptrot
En islas extremas
Traducción de María Fernández Ruiz
Volcano, 2017

Amy Liptrot
El instante
Traducción de María Fernández Ruiz
Volcano, 2022

"A pesar de que me había marchado, y lo había hecho por voluntad propia, las Orcadas y los acantilados me tenían atrapada, y cuando me encontraba lejos siempre notaba una sensación de pérdida  e inquietud que vibraba quedamente en mi interior. Llevaba en mis entrañas los mares enfurecidos, los cielos inconmensurables y la habilidad de manejarme por las alturas". [En islas extremas]


Amy Liptrot consigue vincular con maestría la escritura sobre naturaleza, la autobiografía y la etnografía. En estos dos libros (que pueden leerse por separado y en el orden que se quiera, pero que yo recomiendo abordar en el orden en que han sido escritos y publicados) acompañamos a la autora entre Londres, las remotas islas Orcadas y Berlín; entre los acantilados golpeados por el fiero Atlántico, las webs de citas y el callejero urbano en bicicleta; entre el subidón de las fiestas alcohólicas, la depresión resacosa del día siguiente y la lucha por conquistar la sobriedad. 

En este viaje, en estos viajes, su relación con la naturaleza ocupa un lugar central: más en el primero de los libros, que transcurre en su mayor parte en las Orcadas, con sus aves marinas, sus cetáceos y sus focas, pero también en el segundo, en un Berlín donde Liptrot rastrea la ciudad en busca de mapaches y azores. Cuando escribe sobre la naturaleza, su estilo se asemeja al de Rachel Carson en Bajo el viento oceánico:

"Durante mis caminadas por la isla es difícil no pensar en cómo se formó la Tierra. Hasta el tramo de costa más pequeño presenta una variedad interesante de formaciones rocosas: pilas precarias de paralelogramos entre las que se queda un remanso de agua, otras que parecen adoquines colocados son ton ni son y otras que se asemejan a olas encrespadas en movimiento. En los acantilados se ven muy bien los estratos rocosos, como las páginas de un libro. Tiempo atrás, cuando el archipiélago era una masa de tierra, los estratos de las diferentes islas se tocaban, pero el mar y el hielo los ha ido desgastando a lo largo de milenios. Los arcos naturales, los farallones y las grutas son productos de la erosión continua".

Cuando escribe sobre sí misma, sobre sus ansiedades y frustraciones, sus alegría y sus deseos, su estilo está a la altura de otra Rachel, Rachel Cusk:

"Llevo demasiado tiempo sin responsabilidades y dejándome llevar. Deseo tomar una decisión y atenerme a ella. Estoy cansada de tener siempre todas las opciones abiertas. Voy a atarme, estoy lista". [El instante]

Me ha gustado conocer a Amy Liptrot. Espero con ganas su próximo libro.