miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Por qué será que no me ha sorprendido el hundimiento del PSOE?


Siempre me he situado en el espacio del realismo político, pero el recorte al que los dirigentes actuales del PSOE vienen sometiendo a la realidad y a sus potencialidades es demasiado severo. 
Al igual que un exceso de austeridad económica frustra cualquier expectativa de crecimiento, un exceso de austeridad política frustra cualquier expectativa de transformación social. Y el reformismo pactista de Rubalcaba es un auténtico austericidio político.

Austericidio político21 de junio de 2013

Los dos grandes partidos estatales, PSOE y PP [...] ven cómo, tras tres décadas de alternancia en el poder, sufren la creciente desafección del electorado. [...] González Pons confía en que se trate de una situación coyuntural, de manera que la salida de la crisis supondrá la vuelta a los 'buenos viejos tiempos' del bipartidismo tradicional. Creo que se equivoca.
Adiós bipartidismo, adiós - 15 de abril de 2013

El PSOE debería aprovechar la situación para revisar las ideas que genera su think tank, las alianzas que promueve y las propuestas que defiende; además, por supuesto, de la gestión que hace de los trabajos que encarga. Lo de su ya ex director es una desgracia personal. Lo de mantener la misma dirección sería una desgracia política.
Me temo lo peor, si todo se va a dar por resuelto con la declaración del secretario de Organización, Oscar López: "Había un golfo que estaba engañando al PSOE y los golfos salen inmediatamente del partido". ¿Ya está resuelto el problema?
Ya vimos lo que ocurrió tras las autonómicas de Euskadi y de Galicia. "Dos de cuatro"dijo entonces Oscar López, tampoco es para tanto. Pero luego vino Cataluña

El problema ya estaba en las ideas25 de enero de 2013

"No es una revolución, majestad, es una mutación". El conocido graffiti del 68 parisino nos viene al pelo para analizar la situación del PSOE tras (aunque no debido a) las elecciones autonómicas de Euskadi y de Galicia. "No es un ciclo político-electoral malo, compañero secretario de Organización, es una mutación". 
Y es que resulta patético escuchar a Oscar López afirmar que la dirección actual del PSOE "seguirá con su oposición útil hasta el final". ¿Oposición útil? ¿Útil para qué? ¿útil para quienes? ¿Qué ha conseguido esta oposición? No ha impedido un solo desahucio, no ha parado la reforma laboral, no ha construido una propuesta federalista que permita enfrentarse a los nacionalismos ego-periféricos sin recurrir al nacionalismo cutre-español, no ha imaginado una alternativa de política económica que vaya más allá de ocurrencias social-liberales que pueden dar para un interesante debate académico, pero no para un proyecto emancipador, no ha permitido detener la pérdida de confianza del electorado tradicionalmente propio, se ha mostrado incapaz de conectar con una sociedad activada por la indignación y movilizada por el cambio... No ha conseguido nada, con el agravante de que enfrente tiene (tenemos) al peor PP de la historia, con su peor líder, gobernando en la peor coyuntura imaginable. Pues ni por esas.

No es el ciclo, compañero secretario de Organización23 de octubre de 2012

No entiendo el apoyo de Rubalcaba a la reforma financiera del PP, Y por lo que entiendo de la citada reforma y del conjunto de las impopulares políticas del PP, no comparto ese apoyo.[...]
No es tiempo de insinuaciones. Hoy no. ¿No vemos cómo esta la calle?

La verdad está ahí afuera12 de mayo de 2012


Consagrar constitucionalmente de esta manera el equilibrio presupuestario es convertir a España un poco más en Estado Mercado. Donde algunos podremos posicionarnos como agentes económicos, pero con el que pocos nos identificaremos como ciudadanos. Desde ahora digo que mi voto no servirá para apoyar esta reforma.

Hacia el Estado Mercado25 de agosto de 2011


Ya está, ya he exorcizado el cabreo. 
No me alegro del resultado. En absoluto. El pasado domingo voté al PSOE: porque el juego en el Parlamento Europeo se va a sustanciar entre conservadores, socialdemócratas y populistas de extrema derecha. También voté al PSOE por Ramón, que uno no puede olvidar sus querencias personales, a pesar de que desde hace tiempo discrepo de él mucho más de lo que coincido.
Voté al PSOE, y esta habrá sido la última vez si no cambia. ¿En qué sentido? A ver si la semana me da un respiro y consigo explicarme en un próximo comentario.

Sólo una cosa más: no se podrá decir que fue por Patxi López -ya que procesos de este tipo sólo pueden ser colectivos-, pero desde luego sí puedo decir que fue con Patxi López cuando el PSE-EE hizo un serio intento por romper con la mentalidad de bunker -explicable en un contexto de terrorismo y nacionalismo excluyente, pero absolutamente estéril- para abrir el partido socialista a la sociedad vasca en toda su complejidad, buscando superar viejas fobias y viejos complejos: al mundo del euskera, de la cultura, de los movimientos sociales, de la investigación, de las religiones... Esa apertura fue la que nos acercó a muchas personas que jamás antes habíamos pensado en el PSE como opción electoral. Desgraciadamente, la apertura duró apenas un suspiro.
Pero en estos momentos es justo reconocer que Patxi López encarnó esa apertura, y agradecérselo..