Leyendo el maravilloso Sueños árticos, de Barry López (Capitán Swing, 2017), descubro el concepto de ecotonos. Observando la vida natural que se desarrolla en los bordes helados del mar glacial, escribe:
"Esta es una particular zona de encuentro, como la frontera de un bosque junto a un claro, o el área de confluencia de las aguas dulces de un estuario con las corrientes salinas del mar, o la margen de un río. La coexistencia de animales pertenecientes a ecosistemas diversos confiere a estas zonas limítrofes un fuerte potencial evolutivo. Aquí, en la rada del Almirantazgo, las criaturas voladoras caminan sobre el hielo. Rompen la superficie del agua al zambullirse para alimentarse. Y los mamíferos marinos la cruzan en sentido contrario cuando salen a respirar. [...] En biología, estas zonas de transición entre dos comunidades distintas reciben el nombre de ecotonos".
Tras la conversación del martes en la Escuela de la Diversidad de Barakaldo, me planteo que los barrios con alta diversidad pueden estar funcionando como una suerte de "sociotonos": imprescindibles zonas de transición entre comunidades humanas diferentes, que se entrecruzan en unos mismos espacios sociales. Hábitats urbanos tan delicados y amenazados como el Ártico, y tan necesitados de reconocimiento y protección como este.
Puede consultarse AQUÍ la presentación que he utilizado.
Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]