Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
martes, 10 de marzo de 2015
La lucha continua
“Selma es actualidad, porque la lucha por la libertad y la justicia se está produciendo ahora. (…) Hoy hay más negros bajo control de la justicia que en los tiempos de la esclavitud en 1850. La gente que se manifiesta con nuestra canción, debería saber que estamos con ellos. Sigan manifestándose”, dijo John Legend al recoger el Oscar a la mejor canción por Glory.
Así es. Dos excelentes libros para conocer lo que fue y lo que es el racismo en Estados Unidos, los dos de Capitán Swing.
El primero es Negro como yo, de John Griffin, la increible historia de un valiente activista por los derechos humanos y la justicia social que, siendo blanco, se atrevió en 1959 a experimentar la vida cotidiana de los negros en el segregacionista Sur de Estados Unidos: "Si un blanco se convertía en negro en el Sur Profundo, ¿qué ajustes tendría que hacer? ¿Cómo es lo de experimentar una discriminacón basada en el color dela piel,algo sobre lo que uno no tiene ningún control?". Lo que cambis es, simplemente, todo.
El segundo libro es El color de la justicia, de Michelle Alexander, jurista y defensora de los derechos civiles. Su análisis del encarcelamiento masivo como continuación en la actualidad de una estrategia segregadora que, más allá de su apariencia legal y técnica, continua la senda de la esclavitud y del sistema Jim Crow que la sucedió, resulta inapelable: "Es justo decir que en Estados Unidos hemos sido testigos del paso de un sistema de castas racial basado en la explotación (la esclavitud), a uno basado fundamentalmente en la subordinación (Jim Crow), y finalmente a uno definido por lamarginalización (la encarcelación masiva)".
Por ello: "Si Martin Luther King Jr. volviera milagrosamente a Chicago, unos cuarenta años después de llevar su Movimiento por la Libertad a la ciudad, se entristecería al descubrir que los mismos asuntos en los que él se implicó entonces generan todavía patrones severos de desigualdad racial, segregación y pobreza. También le alarmaría la gran importancia que ha adquirido en la perpetuación y agravamiento de esos patrones una institución en concreto: el sistema de justicia penal".
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