Esta mañana temprano, a no más de 200 metros del pueblo, había un cadáver reciente de venado. Y un poco má adelante, otro no tan reciente. Los lobos se hacen notar en estas montañas. Pero no he oído a ninguno de los ganaderos del pueblo denunciar ataques a sus reses. ¿Tal vez por la abundancia de ciervos, corzos y jabalíes? ¿Por el uso de mastines para proteger los rebaños?
El caso es que esta mañana había planeado dar una larga caminata por una zona lobera, donde en otras ocasiones he llegado a ver una manada de ocho ejemplares. He dejado el coche en la entrada al amplio Valle de Miranda y he seguido la pista que lo recorre hasta el final. Aquí he dejado el camino y he subido a la característica cima llamada Castillín Bajero.
Castillín Bajero. La otra cima que asoma al fondo es el Alto de Miranda (1.707 m.), hacia donde me dirigiré a continuacion.
Desde la cima del Castillín un vistazo al camino recorrido por el valle. Al fondo, Espigüete.
El Alto de Miranda desde el Castillín Bajero: será la segunda cumbre del día. Para alcanzarla no hay un camino claro, pero abundan los senderos de ciervo que van ganando altura y llegan hasta casi la cumbre.
"Al parecer, la altura del hombre es la menos afortunada de todas las alturas a la hora de estudiar senderos" (Mary Austin, La tierra de poca lluvia, traducción de José Luis Piquero, Hermida Editores, Paracuellos del Jarama, 2019). Afortunadamente, estos son muy claros.
Llegando al Alto de Miranda.
Desde el Alto se aprecia la inmensidad del valle, con el Castillín enmedio de la foto, Espigüete al fondo y Coto Palomo a la izquierda.
Desdebla cumbre, zoom hacia el Arbillos y su característico crater.
Curavacas asomando tras el Puero de los Llanos.
Hacia la tercera etapa del día: Pico Rebanal (1.846 m.).
Pico Rebanal.
Desde la cumbre del Rebanal, Peña Redonda.
Peña Labra, Tres Mares y Cuchillón (zona de Alto Campóo).
Peña Santa Lucía y Peña Escrita.
Ahí abajo, las planas extensiones que acaban llegando hasta Tierra de Campos.
Cuarta etapa del día: recorrer todo el Puerto de los Llanos hasta el Alto de los Llanos (1.765 m.). Es una ruta espectacular.
Un último vistazo hacia atrás.
Quinta y última etapa: descenso hasta la zona de Valdelloso y desde aquí bajar a la entrada del Valle de Miranda por la zona de Las Grajeras y Valcaliente.
El valle queda ahí abajo.
He disfrutado viendo, además de espectaculares paisajes, aves, flores y ciervos.
Y el lobo... Un ejemplar solitario que ha pasado ante mí, como a unos 40 metros. Me ha visto y ha seguido su camino sin inmutarse. Emocionante.