Erri de Luca, Tras la huella de Nives, Siruela, Madrid 2006
Recordaba la reflexión de Erri de Luca estos días pasados, cuando ascendía Peña Prieta, Espigüete, Curavacas, Peña Santa Lucía y, esta misma mañana, Pico del Fraile.
La Montaña Palentina ofrece en abundancia el espectáculo que describe de Luca.
Las graveras, aquí llamadas pedreras o pedrizas, dominan la base de las montañas. Empinadas e inestables, su ascensión se hace eterna y exige toda nuestra resistencia.
Pero el descenso... eso es otra cosa: lanzarse por ellas requiere equilibrio y rodillas, pero nos perimite experimentar sensaciones vertiginosas,