jueves, 11 de abril de 2013

José Luis Sampedro

"Pero allí continuaba el espeso verdor del mirto, la ondulante gracia de la palma, la promesa cierta de la granada. Y sus voces silenciosas proclamaban el vigor de la vida, el poder invencible de las fuerzas que, trabajando bajo el manto del invierno, vuelven a abrir las puertas al milagro de cada primavera".

José Luis Sampedro, El río que nos lleva (1961)

Tenía la sensibilidad imprescindible para percibir, bajo la realidad congelada y yerta, el pulso vigoroso de la vida que se resiste y pugna por brotar. Supo ver la alternativa palpitando bajo la apariencia callada y silenciosa del paisaje invernal. Otro mundo es posible.

domingo, 7 de abril de 2013

Un hombre sin derechos


"Yo, como vasco, no tendré derechos individuales si no se me reconocen los derechos colectivos como pueblo, ni tendré derechos colectivos como pueblo si no se me reconocen los derechos individuales como persona a pensar y a votar de la manera que me de la gana" (Juan José Ibarretxe).

Alguien debería intervenir de oficio, y hacerlo ya, ahora mismo, sin perder ni un segundo.Juan José Ibarretxe carece de derechos individuales.
El que fuera lehendakari de Euskadi, por razones que no he llegado a comprender, no disfruta del derecho a la vida y a la integridad física, ni de libertad ideológica, ni del derecho a la libertad y a la seguridad, ni al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen, ni del derecho a elegir su residencia, circular por el territorio español o salir y entrar libremente de España, así como del derecho a expresar y difundir libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, a la producción y creación científica y a la libertad de cátedra -¡él, un "profesor universitario"!-; tampoco puede disfrutar de su derecho a reunirse, asociarse, participar en los asuntos públicos, a obtener la tutela de jueces y tribunales, ni de la propiedad privada, ni... nada de nada.

Juan José Ibarretxe no tendrá -así, en futuro y en condicional- derechos individuales hasta que no se reconozcan derechos colectivos al pueblo vasco.Alguien debería intervenir de inmediato. O lo que dice es cierto o ciertamente no sabe lo que dice. Y ambas posibilidades son tremendamente preocupantes.