martes, 14 de abril de 2015

Galeano

Han sido tantos años leyendo a Eduardo Galeano...
El primer libro fue Días y noches de amor y de guerra, publicado por la Editorial Laia en 1978 y adquirido por mí un año después. Luego vinieron Las venas, claro, y a este le siguieron todos los demás -salvo el del fútbol, lo siento- hasta el último, Los hijos de los días.
Conozco de memoria innumerables frases de Galeano. Me acompañan y me ayudan a explicarme en clases o en charlas. Incluso, hace unos años, escribí un libro sobre las transformaciones experimentadas por el empleo abriendo cada capítulo con párrafos extraídos de Patas arriba.
Se me va a hacer muy raro, a partir de ahora, no poder más que releerlo.

Celebración de la subjetividad
Yo ya llevaba un buen rato escribiendo Memoria del fuego, y cuanto más escribía más adentro me metía en las historias que contaba. Ya me estaba costando distinguir el pasado del presente: lo que había sido estaba siendo, y estaba siendo a mi alrededor, y escribir era mi manera de golpear y de abrazar. Sin embargo, se supone que los libros de historia no son subjetivos.
Se lo comenté a don José Coronel Urtecho: en este libro que estoy escribiendo, al revés y al derecho, a luz y a trasluz, se mire como se mire, se me notan a simple vista mis broncas y mis amores.
Y a orillas del río San Juan, el viejo poeta me dijo que a los fanáticos de la objetividad no hay que hacerles ni puto caso:
No te preocupés -me dijo-.Así debe ser. Los que hacen de la objetividad una religión, mienten. Ellos no quieren ser objetivos, mentira: quieren ser objetos, para salvarse del dolor humano.

Eduardo Galeano, El libro de los abrazos, Siglo XXI, Madrid 1989


lunes, 13 de abril de 2015

¿Superpoblación o sobreconsumo?

¿Superpoblación o sobreconsumo? Malthusianismo práctico, exclusión global y población sobrante

Resumen:
A pesar del tiempo transcurrido desde su formulación original y de sus debilidades empíricas, el temor a la "catástrofe malthusiana" no ha dejado de estar presente en las sociedades económicamente más desarrolladas. Esta permanencia se explica en buena parte por su funcionalidad como legitimación de las enormes desigualdades existentes en el mundo. Su reaparición en el presente siglo significa un grave riesgo de retroceso hacia situaciones pasadas de crisis radical del principio universalista.





Puede leerse íntegramente en la página de SCRIPTA NOVA.