sábado, 29 de mayo de 2021

Zona a defender

Manuel Rivas 
Zona a defender
Alfaguara, 2020 

"La desesperación genera rechazo, es una manifestación de hastío, vergüenza y asco. Solo cuando se levanta del suelo, cuando se pone en danza, como una esperanza indócil, crítica, se transforma en una operación de rescate, un movimiento de deseo".


He aprendido mucho sobre las ZAD o Zone à Defendre leyendo el libro Ser bosques, de Jean-Baptiste Vidalou (traducción de Silvia Moreno Parrado, Errata naturae, 2020), que me llevó a conocer la página zad.nadir.org, sitio de referencia de las luchas de quienes se han instalado de manera permanente en el sotobosque de Notre-Dame des Landes en respuesta al llamamiento lanzado en 2008 por el colectivo de “habitantes que resisten” para ocupar y defender lor terrenos amenazados por el proyecto de construcción del tercer aeropuerto más grande de Francia. Por cierto, Silvia Moreno Parrado traduce Zone à Defendre como "Zona por defender".
 
Manuel Rivas se inspira en las ZAD para reivindicar una actitud y una práctica  que, sobre la base de la "decencia común" orwelliana (para profundizar en la relevancia de este concepto en el pensamiento de Orwell: Jeffrey Meyers, ed., George Orwell: The Critical Heritage, Taylor & Francis e-Library, 2002; Bruce Bégout, Sobre la decencia común, Marbot Ediciones, 2010, traducción de Elisenda Julibert) y la "esperanza indócil", multiplique las zonas a defender, hasta convertir al conjunto del planeta en una ZAD defendida frente a un "capitalismo impaciente [que] no contemple la hipótesis del freno".

El resultado es un ensayo luminoso, resistente, activador, que propone un "Manifiesto Mayday" que nos saque del letargo para construir "una internacional de las conciencias indóciles que ya no dejará dormir a las conciencias tranquilas".

 

domingo, 23 de mayo de 2021

Vuelteando por Alonsotegi: Sasiburu, Tellitu, Arroletza y Ganeroitz

La niebla cubría la cordillera de Sasiburu a las 8:00, cuando me he puesto en camino. Pero luego el día ha levantado. Una vuelta muy repetida, pero que no me cansa, Para alargarla, hoy ha tenido un poquito de revuelta, hasta completar 19 kilómetros y medio.



 
 

 

Hacia Sasiburu, primer pico de la mañana.
 
 

 Sasiburu.
 
 Ahora hacia Arroletza, pasando por Tellitu.
 
 
 Alonsotegi.

Tellitu.
 
 Arroletza.
 
 
 Vuelta para atrás. Ahora, hacia Ganeroitz (el de la izquierda).
 
 
Ganeroitz.
En el buzón, una piedra pintada. Llevo tiempo escuchando hablar sobre esta actividad: mejor que buscar Pokemons. También por Alonsotegi se han distribuido piedras pintadas. Pero, ¿qué se hace cuando encuentras una? Tras la pertinente consulta con Naia, está claro: dejarla donde la has encontrado. Hecho.


Regreso a Zamundi y desde ahí hasta Alonsotegi. Con degustación de metras.