domingo, 31 de diciembre de 2023

Poesía de Wislawa Szymborska

Wislawa Szymborska
Antología poética
Traducción de Elzbieta Bortklewicz
Visor, 2022 (7ª)

"Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba viaja ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio, 
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia".


Poesía para cerrar el año. Me han quedado una veintena de libros por comentar, pero no he tenido tiempo. Algunos los recuperaré en el 2024, otros pasarán discretamente a las estanterías.

La poesía de Wislawa Szymborska puede ser juguetona ("Eres bella -le digo a la vida- / es imposible ser más frondosa, / más ranil y más ruiseñoral, / más hormigal y semillosa"), pero también terriblemente dura: estremecen sus poemas titulados "El terrorista: él mira", "Todavía", "Fotografía del 11 de septiembre" o "El monólogo de un perro enredado en la historia". Poesía formalmente sencilla pero dotada de una densidad que llega muy adentro, como este "Amor a primera vista":

Los dos están convencidos
de que les une un sentimiento repentino.
Es bonita esta seguridad,
mas la inseguridad es aún más bonita.

Creen que como antes no se conocían
nada había sucedido entre ellos.
Pero, ¿y las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo que podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles,
si no recuerdan,
algún encuentro frente a frente
alguna vez una puerta giratoria,
algún “disculpe”
o el “se ha equivocado” en el teléfono.
Pero conozco su respuesta.
No lo recuerdan.

Les sorprenderá
saber que desde hace mucho
la casualidad juguetea con ellos.

Una casualidad no del todo preparada,
para convertirse en su destino.
Que los acercaba y alejaba,
que se cruzaba en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales
pero qué hacer si no eran legibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o quizá el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo manijas y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizás una cierta noche el mismo sueño
huido a la hora de despertar.
Todo principio
no es más que continuación
y el libro de acontecimientos
está abierto siempre por la mitad.


Eretza por el Grazal

Un agradable paseo para despedir el año: subida al Eretza por el precioso barranco de El Grazal.










Cumbre del Eretza.







Vistazo hacia la cumbre. La verdad es que las últimas rampas son muy respetables.


















Eretza desde Sodupe, ahí arriba.

sábado, 30 de diciembre de 2023

Madre Irlanda

Edna O'Brien
Madre Irlanda
Fotografías de Fergus Bourke
Traducción de Regina López Muñoz
Lumen, 2021
 
"[...] Irlanda es incorpórea como las diosas con que sueñan los poetas, las que los guían por curiosos círculos. Vivo fuera de Irlanda porque algo dentro de mí advierte de que podría detenerme si viviese allí, de que podría dejar de percibir lo que ha significado poseer semejante legado, de que podría caer en la placidez cuando en realidad deseo nuevamente y por motivos que me resultan indefinibles hollar ese mismo camino, ese mordaz camino de la infancia, con la esperanza de hallar alguna pista que pueda, o quiera, posibilitar el avance que nos devuelve a nuestro hogar y nuestro estado de conciencia originales, a la inocencia radical del instante previo al nacimiento".


Relato autobiográfico en el que Edna O'Brien (Tuamgraney, Condado de Clare, 1930) rememora su infancia y adolescencia en la Irlanda profundamente nacionalcatólica de los años treinta y cuarenta del siglo XX, hasta su "huida a Inglaterra" en 1954.

Una mirada muy crítica a la familia ("La martirizada madre irlandesa y el delirante y desenfrenado padre irlandés no son arquetipos que solo aparecen en las obras de escritores exorcizados, sino figuras habituales en las familias de todo el territorio"), a la sexualidad reprimida ("El cortejo era una aventura desesperada que se llevaba a cabo a duras penas en ciénagas y lodazales, al abrigo de setos húmedos"), a su educación en un convento de monjas ("Trasponer la verja y oír al encorvado portero correr el pasador era dar un paso del que no podrías retractarte durante cinco largos años"), a la mistificación histórica ("siempre los mismos temas abrumadores: victimización, incomprensión, revoluciones abortadas, delatores, caos y chapuzas, instrucciones mal entendidas en el fragor de la batalla"), a la cultura alcohólica ("beber era el deporte nacional, y los hombres siempre estaban tambaleándose o aliviándose contra un muro o dentro de la taberna, cantando y pidiendo más"). 
 
La misma Irlanda reflejada en su famosa trilogía conocida como "las chicas de campo", compuesta por las novelas Las chicas de campo, La chica de ojos verdes y Chicas felizmente casadas.
 
Pero una mirada llena de lirismo, con descripciones deslumbrantes acompañadas por las preciosas fotografías de Fergus Bourke.

 




Eldorado

Laurent Gaudé
Eldorado
Traducción de Jordi Martín Lloret
Salamandra, 2007

"Bubakar echa a andar. Sin pronunciar palabra. Señalando con el dedo hacia el oeste, se limita a decir:
-Por ahí.
Contemplándolo me doy cuenta de que cojea de la pierna izquierda. Me entran ganas de reír. Un hombre apaleado y un cojo se encaminan hacia Argelia, Marruecos y España. Sin nada a la espalda. Somos dos siluetas improbables y salimos al asalto del mundo infinito. Sin agua. Sin mapas. [...] Caminamos. Pese a su pierna lisiada, Bubakar avanza con la seriedad de los locos. Yo sigo a mi guía enajenado. Da igual. Que los lagartos se rían de nosotros. El mundo es demasiado grande para mis pies, pero continuaré andando".


Tiene ya unos años este libro pero su temática no ha perdido actualidad. Desgraciadamente.
 
En Sudán, el joven Soleimán emprende, junto con su hermano Yamal, el largo y peligroso viaje que les llevará, así lo sueñan, hasta Europa. Pero la realidad es experta en triturar los sueños de las personas migrantes. Por su parte, en Sicilia, el comandante Salvatore Piracci, responsable de una fragata que patrulla el Mediterráneo para controlar la frontera sur de Europa, decide abandonarlo todo ("No puedo soportar esas miradas de súplica infinita y luego decepción. Esas miradas de miedo y devastación. No quiero") y emprender, en una pequeña barca de pesca, el camino inverso que hacen las y los inmigrantes. Ambos se cruzarán por azar en la localidad argelina de Ghardaia y ese encuentro será como si las vidas de ambos se intercambiaran.

"Me he equivocado. Ninguna frontera es fácil de cruzar. Siempre hay que dejar algo atrás. Creíamos que podríamos pasar sin la menor dificultad, pero para abandonar el país de uno hay que arrancarse la piel. Y el hecho de que no haya alambradas ni puesto fronterizo no cambia nada. Yo he dejado atrás a mi hermano, como un zapato que se pierde en la carrera. Ninguna frontera te deja pasar sin más. Todas hieren de un modo u otro".

Salir de la niebla para volver a ella

"¡Extraño, vagar entre la niebla!
Solitario está cada arbusto y piedra,
ningún árbol mira al otro,
cada uno está solo"
.
 
Hermann Hesse, "En la niebla", Antología poética, Ediciones Librerías Fausto, Buenos Aires, 1974. Traducción de Rodolfo E. Modern