miércoles, 20 de septiembre de 2023

domingo, 10 de septiembre de 2023

Tologorri

A las 8:20 he empezado a caminar desde el remoto enclave de Lendoño Goikoa, con el perfil más impresionante del Tologorri ante mis ojos. A lo largo del trayecto veremos cómo se transforma su fisonomía.
 
Los primeros 45 o 50 minutos de la ruta se caminan por un espeso bosque de hayas, con algunos de los desniveles más pronunciados de toda la travesía. Muy cómodos y llevaderos, en todo caso. La temperatura era ideal y el rumor de las hojas generaba un ambiente de perfecta serenidad.
 
A las 8:50 pasaba junto a la famosa Piedra del Cojo o Errena Harria.
Saliendo del bosque.
El Tologorri. El afilado colmillo inicial se ha convertido en una inmensa proa.
Comienzo de la Senda Negra, un camino espectacular que, pese a no tener ningún riesgo, puede producir una sensación de vértigo.
Portillo de la Barrerilla. El segundo peldaño, el que se ve más al fondo, es el Tologorri.
Mirada hacia el sendero que hemos recorrido.
Fuente de Iturrigorri.
Cumbre del Tologorri. Eran las 9:34 h.
Embalse de Maroño.
Por ahí discurre la Senda Negra.
Desde el Tologorri he continuado hacie el Ungino, pue mi plan era descender por el portillo de la Menérdiga, otras de las puertas de acceso a esta imponente meseta que es Sierra Salvada.
Unguino.
Un rebaño de ovejas se ha cruzado en mi camino y los mastines que lo protegían me han obligado a desviarme y dar un rodeo. En particular una hembra muy ladradora con la que me ha costado entenderme para saber cuál era su radio de seguridad. No había forma, por más que me alejaba del camino ella me seguía gruñendo y ladrando. Parecía una nieta de Cujo. Hasta que, en un determinado momento, se ha detenido y ha dejado de mirarme. Ahí debía estar la frontera, invisible para mí, que delimitaba el territorio que protegía.
A las 10:10 he pasado por el portillo de la Menérdiga. A partir de aquí todo ha sido descender bordeando los contrafuertes del Tologorri por un bonito sendero que, en algún punto, llama a engaño y nos invita a desviar nuestra ruta hacia la zona de Maroño, lo que nos desviaría de nuestro destino. Hay que estar muy atentas.
Al fondo, Unguino.
Ahora el Tollogorri parece el morro de un enorme tiburón blanco.
Útima mirada al Tologorri, otra vez transformado, desde el barrio de Venta Fría, por donde he pasado a las 11:15.
 
A las 11:25 he llegado al punto de partida. Un paseo mañanero absolutamente recomendable.

sábado, 2 de septiembre de 2023

Un nuevo país al otro lado de mi ventana

Theodor Kallifatides
Un nuevo país al otro lado de mi ventana
Traducción de Selma Ancira
Galaxia Gutenberg, 2023
 
"Millones de personas, emigrantes y refugiados, viven en ese desconcierto, incapaces de orientarse tras haber perdido la brújula del yo. Personas que no únicamente han perdido la Tierra Prometida, también han perdido la Tierra de la que partieron".
 
 
Kallifatides continua en este libro la línea de reflexión que ya hemos conocido en Otra vida por vivir. A partir de su propia experiencia como inmigrante griego en Suecia, el autor profundiza en las dificultades para ser aceptado en una sociedad diferente, en los sueños que empujan a la persona migrante, en las trampas al solitario que caracterizan el juego de la identidad, en el nativismo de los pobres ("Ya no le queda nada. Sólo una cosa: que no es extranjero. Es sueco, tiene el derecho a pisar el suelo que pisa"), en los problemas de vivir entre dos países y dos culturas; pero también sobre el amor, la libertad, la soledad, la amistad o la escritura. 
 
Una hermosa y delicada meditación sobre las consecuencias de una condición, la de persona migrada, cada vez más común en nuestra época, en la que la errancia, el nomadismo y la extranjería, sobre todo cuando son forzadas, configuran una manera de existir para la que no estamos en absoluto preparadas, ni como individuos ni como sociedades:
 
"Son muchas cosas las que no sabes cuando dejas tu país. Ignoras que dentro de ti llevas las trazas que te hacen extranjero en el nuevo país y cuando finalmente ya no eres extranjero allá, te vuelves extranjero para ti mismo, de manera que eres extranjero en todos lados".  

martes, 29 de agosto de 2023

Libros recomendados en agosto

 

Caminar la vida

David Le Breton
Caminar la vida. La interminable geografía del caminante
Traducción de Hugo Castignani
Siruela, 2022

"Todo viaje participa de esta búsqueda de un espacio donde la existencia se convierte en un acto de reconocimiento inmediato y embelesado. Cada cual busca el sitio de su renacimiento en el mundo. [...] No es necesario irse muy lejos. [...] En ciertos lugares, experimentamos justamente el sentimiento de que nos estaban esperando, de que jamás habían dejado de perseguirnos. No es un descubrimiento, sino un retorno".


Le Breton, que ya se ha asomado por aquí, es una de las referencias indiscutibles en ese género que me atrevo a bautizar como walking writing. Y es que tiene algo de paradoja que justo ahora, en esta época en la que el "Homo caminans", ese ser que hace del caminar erguido su característica más definitoria, se ha transformado en "una humanidad cada vez más sentada", proliferen los libros que tratan sobre los caminos y sobre el caminar.

Como esta deliciosa obra en la que encontramos capítulos que hablan sobre la planificación, el desarrollo y las dificultades de las caminatas (con títulos como "Ponerse en marcha", "Ritmo", "Trazar su propio camino" o "Inconveniencias"), en los que Le Breton se muestra como un caminante "clásico", crítico con una determinada manera de tecnologizar la práctica del caminar, tan habitual hoy en día, crítica que comparto y sobre la que ya hemos hablado aquí:
 
"[E]l GPS es contrario a la filosofía del caminar porque transforma el camino en trayecto, subordinándolo al objetivo y disolviéndolo para convertirlo en puro pasaje indiferente; eliminando la poética del mundo al reducirlo a una serie de datos numéricos; captando una mirada a la que le ha dejado de importar el paisaje o el ambiente, absorbida, de hecho, por la pantalla. La tecnología transforma los desplazamientos en algo utilitario, olvidando el camino; ya no es posible perderse y tener que preguntar por las direcciones, ni descubrir lugares inesperados, pues el trayecto se efectúa con los ojos en la pantalla, en un borrado radical de toda imaginación. La satisfacción de orientarse por uno mismo desaparece".
 
Pero, sobre todo, en este libro Le Breton profundiza en la espiritualidad del caminar, más que en sus dimensiones prácticas. Así, escribe: "La experiencia del caminar es una inmersión en otro mundo, en otro tiempo, en otro espacio, en otro uso de la vida". Y también: "Toda marcha solitaria, hasta la de unas pocas horas, agudiza el sentimiento de la presencia del mundo, confiere una libertad de conciencia y de
movimiento". Leyendo estas y otras reflexiones en el mismo sentido pensaba en otras "distracciones" tan contrarias, en mi opinión, a esa espiritualidad del caminar como son las carreras de montaña, en especial las concentraciones masivas, o el caminar por la naturaleza escuchando la radio o con auriculares. Pero bueno...

Y hablando de la espiritualidad del caminar, no podía faltar una referencia al Camino de Santiago que para Le Breton es ocasión para experimentar "la sensación de estar religado al mundo". Para concluir con esta reivindicación profunda del caminar, que solo puedo aplaudir y hacer mía:
 
"El hombre contemporáneo tiende a rechazar el sentimiento religioso, pero vive a menudo momentos de trascendencia profana, la irrupción de una íntima sacralidad. La peregrinación y el caminar, en general, favorecen emociones que proporcionan el sentimiento de estar apasionadamente vivo. En un mundo utilitarista, donde todo lo que no sirve perece, nos evoca la pasión de lo inútil. Una caminata no vale para otra cosa que para hacer maravillosas las horas"

Así pues, a caminar...