sábado, 25 de julio de 2015

De parásitos, usura, tamaños incomprensibles y bañadores amarillos



"Muchos autores aciertan al destacar que la crisis financiera y los subsiguientes rescates son la prueba de que estamos operando en una economía que socializa los riesgos y privatiza los beneficios, de tal forma que enriquece a las élites a expensas de todos los demás. Los rescates pusieron de manifiesto que el sector financiero actúa sobre la economía como una sangría potencialmente parasitaria que estamos obligados a aceptar. [...] Las empresas financieras han crecido hasta alcanzar tamaños absolutamente incomprensibles y se han insertado de manera tan profunda en la economía global que se consideran 'demasiado grandes para caer'; a muchos les inquieta que, con independencia de su temeridad, el hecho de que su supervivencia sea esencial les asegura que la próxima vez que colapsen el Estado este las rescatará (lo que provocará la quiebra del Estado en el proceso). Ya sea justo o no, están situadas para ganar cuando la tendencia es alcista, pero también cuando las cosas van mal. Debería revisarse el hecho de que los tipos de interés se contabilicen en el PIB como 'servicios' proporcionados por el sector de intermediación del riesgo, ahora que sabemos quién asume el riesgo real. Los intereses son, en este sentido, una mera renta. Usura".

Mariana Mazzucato, El Estado emprendedor, RBA, Barcelona 2014, p. 296.

jueves, 23 de julio de 2015

¿Dejarías de trabajar si existiera una renta básica?

"La renta básica es un ingreso de 650 € mensuales que recibiría toda la población como derecho de ciudadanía, que sería financiada mediante una reforma fiscal que supondría una redistribución de la renta del 20% de la gente más rica al resto de la población. ¿Estaría más bien de acuerdo o más bien en desacuerdo que se implantara en nuestro país?". Esta es la pregunta que el GESOP (Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública) ha hecho hace pocos días, del 13 al 17 de julio, a 1.600 personas en Cataluña. El informe puede leerse aquí.
Dos datos bien interesantes:
El primero, el alto nivel de apoyo con que cuenta esta medida entre la población encuestada: un 72,3% está más bien de acuerdo, un 20,1% está más bien en desacuerdo y un 7,6% NS / NC.
El segundo, frente a la socorrida idea de que una medida de este tipo haría que la gente dejara de trabajar (ya se sabe, todas y todos llevamos un parásito dentro): 
  • En caso de cobrar la renta básica seguiría trabajando igual que ahora un 86,2% de las personas encuestadas; y entre quienes están en paro, un 84,4% "seguiría buscando trabajo como hasta ahora".
  • Sólo dejaría de trabajar el 2,9%, y sólo un 2,2% de los parados dejarían de buscar trabajo.