viernes, 6 de noviembre de 2009

Preocupantes obviedades

Fernando de la Hucha, viceconsejero de Hacienda del Gobierno Vasco, interviene en un acto sobre fiscalidad organizado por la UGT de Euskadi. Tres afirmaciones que, si no están descontextualizadas, me parecen enormemente preocupantes. Obviedades envenenadas.
La primera, que una reforma al alza de la tributación de las Sicav "no tendrá efectos destacables sobre la recaudación porque no va a quedar ni una en el País Vasco. Se irán todas, las llevarán fuera y sus propietarios no pagarán más impuestos. Punto". ¿Punto final? ¿O punto y seguido? ¿Es eso todo lo que cabe decir?
La segunda, hablando del fraude fiscal, que "la cadena de fraude empieza por todos nosotros". "Sí, sí -les dijo en un tono que parecía recriminatorio- la cadena empieza cuando viene el fontanero a casa y empieza el asunto de la factura con IVA o sin IVA...". Ya. Pero, sólo de alguna manera, ¿no? Igual que la cadena que lleva a los campos de exterminio empieza cuando el alemán de a pie acepta las consecuencias de la estrella amarilla que su vecino de toda la vida se ve obligado a portar en la solapa. ¿Pero es la misma la responsabilidad de Otto el tendero que la de Joseph Mengele, el carnicero de Auschwitz?
La tercera, sobre el estado del bienestar y el supuesto "comportamiento inercial" del gasto social. Los políticos, expertos en la construcción del "estado de bienquedar", deben ser lo suficientemente honestos como para "explicar a los ciudadanos que cuando no hay ingresos suficientes no se pueden asumir todos los gastos y es necesario establecer prioridades". Por suuesto que cuendo los ingresos descienden los gastos deben reconsiderarse. ¿Pero qué gastos?

lunes, 2 de noviembre de 2009

Una de las dos Italias ha de helarte el corazón

La clase política italiana toca fondo
En el país se teme que aparezcan más vídeos de encuentros sexuales de los parlamentarios de izquierda y derecha


En el Parlamento se espera y se teme que salgan a la luz nuevos vídeos de políticos italianos pillados in fraganti en una noche de prostitución con transexuales.
Es lo que aseguran algunos de estos profesionales del sexo tras la caída política del gobernador equivalente al cargo de presidente autonómico del Lazio, Piero Marrazzo, del progresista Partido Demócrata, grabado en la habitación de uno de ellos en Roma.
Italia vive inmersa en el enésimo escándalo sexual, tras la presunta noche del primer ministro Silvio Berlusconi con la prostituta de lujo Patrizia dAddario y la asistencia a sus fiestas de otras 30 mujeres pagadas por un empresario de Bari, Gianpaolo Tarantini
[PÚBLICO].

Pero en esa misma página el diario informa sobre una nueva actuación de la policía italiana contra el clan Russo, uno de los más importantes de la Camorra napolitana.

El Gobierno italiano ha hecho público un amplio dossier sobre la lucha contra la mafia.
No soy capaz de valorar el alcance de las medidas, ni si son eficaces o suficientes.

Pero hoy, de entre todas las noticias sobre Italia, prefiero quedarme con la imagen de esos dos carabinieri flanqueando, a cara descubierta, al camorrista Pasquale Russo. A cara descubierta, insisto.
Una imagen de dignidad.