sábado, 30 de septiembre de 2017

Prozesua

Comencé a escribir este post hace dos semanas, tras la manifestación convocada por Gure Esku Dago en apoyo al referéndum en Cataluña, el pasado día 16. Me impulsó a escribirlo la foto de portada con la que, al día siguiente, EL CORREO daba cuenta de la manifestación. Esto es lo que empecé a escribir:

Me parece respetable, cómo no, y también comprensible, tratándose de un partido nacionalista.
Pero deja bastante claro con quiénes no vamos a contar para afrontar una reforma del autogobierno vasco en clave federal.
Lo que más me preocupa es que se apoye con tanta alegría un proceso que se desarrolla sin las mínimas garantías democráticas (Urkullu dixit) y abriendo un escenario de ruptura social más que preocupante en Cataluña. ¿Lo harían igual en Euskadi?
Tampoco en esto me representan.
Cuando las réplicas de Cataluña lleguen a nuestro país, ya sabemos a qué atenernos.


Cuando ya estaba en ello me asaltó una pereza infinita, y hasta un punto de tristeza.
Creo conocer bastante bien a las dos personas que aparecían en primer plano de la foto en cuestión, y por ambas siento un profundo aprecio.
Me dolió pensar que, en algún momento, pudiéramos encontrarnos en Euskadi en la misma situación en que se encuentran hoy en Cataluña, y que nuestros afectos se vieran comprometidos, como hoy pasa en Cataluña.
Me desasosegó pensar en una sesión del Parlamento Vasco donde la "mayoría social y política vasca" reprodujera la escena del Parlament durante el debate sobre la Ley de Transitoriedad.
Y sin un Coscubiela que me (nos) reivindique.
Así que lo deje correr.

Pero, pasadas dos semanas, la situación se ha repetido.
Miles de personas se han manifestado esta tarde por las calles de Bilbao en apoyo del referéndum catalán y de la "libertad de decisión".
En esta ocasión, junto al PNV, también ha participado Elkarrekin-Podemos. Sí, también Podemos.


Vuelvo a repetir lo que empecé a escribir hace dos semanas: "Me parece respetable...".
Y termino como terminaba entonces: "Tampoco en esto me representan".
Lo escribo con más pereza, más desánimo y más tristeza.
Pero esta vez no puedo no hacerlo público.

¿De verdad están apoyando este proceso, tal como se está desarrollando?
¿De verdad están animando al soberanismo catalán a continuar por este camino?

Y no, no me vale la disculpa -porque no es más que una disculpa- de la calculadora  pero irresponsable mezquindad del PP, convencido de reforzar sus cimientos, carcomidos por la corrupción y la ineficiencia, con el lodo del nacionalismo español más despreciable.
Ni me vale la disculpa de la traición histórica del PSOE al proyecto de la España federal.
Aunque ambas cosas -la mezquindad de unos y la pusilanimidad de otros- sean ciertas.

¿De verdad harían algo similar en  Euskadi? ¿De verdad impulsarían un proceso igual en este país?

jueves, 28 de septiembre de 2017

NECESITO UN PAÍS Marwan y Nach



Necesito un país que sonría, 
necesito un país que se arranque ese gris que oscurece sus días, 
un país sin derecha ni izquierda ni cuerdas que tensan rivales, 
sin peleles que vendan en tele sus intimidades, 
un país sin Rajoys, Rubalcabas ni Aguirres, 
donde criemos a niños sensibles, sabiendo que aquí serán libres, 
un país con más libros y menos partidos del siglo 
un país sin peligros ni líderes tan inservibles, 
un país sin desahucios, mentiras y estafas 
donde se acepten todos los credos, los sexos, ideas y razas, 
un país que no se atraganta que aguanta sin peros 
donde justicia sea igual para obreros que para la infanta 
un país que levanta su voz y que grita, 
que se agita y no calla 
en cada batalla contra quien le quita su pan y su techo, 
que golpee su pecho y olvide el recelo, 
que salga a exigir sus derechos sin dudas ni miedos 
un país que limpie su rostro y se olvide del yo, 
que encuentre en nosotros la fuerza, la voz, que tenga valor 
un país que se informe y no se conforme con humo 
donde trabajo y vivienda no sea privilegio de algunos 
necesito un país que piense y use la cabeza, 
donde llenar la despensa no sea una proeza 
un país que mejora y no roba no llora no implora, 
un país que se arranque la pena de una vez por todas (Nach).

¿Buenista, dices? ¿Ingenuo? ¿Infantil?
A mí me ha iluminado la tarde.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

El robo del futuro: fronteras, miedos, crisis

Ayer, en la hermosa Biblioteca de Bidebarrieta, tuve la oportunidad de participar en la presentación del último libro de Patxi Lanceros, titulado El robo del futuro. Fronteras, miedos, crisis (Los Libros de la Catarata, Madrid 2017). Un libro más que recomendable.


A continuación, el arranque (en su versión escrita) de mi intervención:

Contra la idiotez rampante en nuestro tiempo, ubicua, metastática, transversal. Contra la expansión de la idiocia y su banalización moral. Contra el idiota, “miembro de una tribu enorme y poderosa cuya influencia en los asuntos humanos ha sido siempre generalizada y preponderante” (como observa al final del libro, citando al vitriólico Ambros Bierce, ese “gringo viejo” que desapareció en el México revolucionario de Villa y de Zapata).
Contra la teo-tecno-idiocracia de la inevitabilidad, que todo deja abierto a un fatum, un destino incontrolable.
Contra la idio-idolatría de las tribus, que confían su defensa al cierre y la clausura.

No es menor el campo de gigantes, quise decir molinos, contra los que Patxi Lanceros se planta, hecho del morrión de la filosofía celada protectora de la razón frente al idiotismo moral (que diría Norbert Bilbeny) o la razón indolente (en formulación de Boaventura de Sousa Santos).
A pesar de su brevedad, no es un libro de lectura ligera. No sólo por el estilo de su escritura: culta, sí, elevada, cincelada con las herramientas de la gramática y del latín, depurada, y por lo mismo exacta: cada cursiva es una advertencia, cada paréntesis una llamada a la reflexión.
A pesar de su profundidad, es un libro que nos habla, casi siempre sin citarlo expresamente, de los que nos está pasando ahora mismo. De Cataluña (y España), de las elecciones alemanas, del incumplimiento español y europeo de sus compromisos en la acogida de las personas refugiadas.
A pesar de la actualidad y de la urgencia de las temáticas que aborda, no es un libro cuyo interés se agote en esa misma actualidad y en sus peripecias coyunturales. La mirada de Patxi nos invita a remontar esa coyuntura hasta un punto desde el cual observar con perspectiva y comprender no sólo el ahora mismo, sino el itinerario que nos ha traído hasta aquí.

En el vídeo se recoge la totalidad de la presentación.










 

domingo, 24 de septiembre de 2017

Venid ya


España se comprometió a acoger a 17.337 personas refugiadas hasta el 26 de septiembre de este año. Hasta el próximo martes.
Hasta hoy tan sólo hemos acogido a 1.980. 
A día de hoy faltan por llegar 15.354 personas (el 88.56%).


John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos [traducción de Pilar Vázquez], Nórdica, Madrid 2017.

Nunca antes había habido tanta gente desarraigada. La emigración, forzada o escogida, a través de fronteras nacionales o del pueblo a la capital, es la experiencia que mejor define nuestro tiempo, su quintaesencia.

The Adams and Eves
continually expelled
and with what tenacity
returning at night!

¡Con qué tenacidad
regresan cada noche
continuamente expulsados
los Adanes y las Evas!



Erri de Luca, Sólo ida. Poesía completa [traducción de Fernando Valverde], Seix Barral, Barcelona 2016.

Rimetteteci sopra la barca, scacciateci da uomini,
non siamo bagagli da spedire e tu nord non si degno di te stesso.

Quieren meternos de nuevo dentro de la barca, expulsarnos de entre los hombres,
no somos bultos que enviar y tú, norte, no eres digno de tí mismo.


Siamo gli innumerevoli, raddopio a ogni casa di scacchiera
lastrichiamo di scheletri il vostro mare per camminarci sopra.
[...]
Faremo i servi, i figli che non fate,
nostre vite saranno i vostri libri d'avventura.
Portiamo Omero e Dante, il cieco e il pellegrino,
l'odore che perdeste, l'uguaglianza che avete sottomesso.

Somos los innumerables, el doble en cada centro de expulsión,
adoquinamos de esqueletos vuestro mar para caminar sobre ellos.
[...]
Seremos los siervos, los hijos que no tenéis,
nuestras vidas serán vuestros libros de aventuras.
Traemos a Homero y a Dante, el ciego y el peregrino,
el olor que perdisteis, la igualdad que habéis sometido.