martes, 8 de febrero de 2011

Descargas: Balance (personal y provisional) de un proceso

[I] Rechazada en primera instancia en el Congreso, negociada de nuevo y consensuada con vistas a su previsible aprobación en el Senado, la disposición adicional segunda de la Ley de Economía Sostenible, más conocida como "ley Sinde", es ya un hecho.
No es mi intención volver en este comentario al contenido de la norma en cuestión, ni a sus supuestas consecuencias y desarrollo futuro. Cada cual ha ido manifestando su posición al respecto (internautas organizados y desorganizados, partidos políticos, creadores y artistas, etc.). Ayer mismo el diario PÚBLICO cuestionaba su eficacia. Lo que sea, sonará.
En todo caso, queda pendiente, como señala en sus conclusiones la Subcomisión del Congreso sobre la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, afrontar la revisión sistemática y coherente de la actual LPI o elaborar, en su caso, una nueva LPI que ofrezca soluciones a los principales problemas detectados.
Así pues, los debates de fondo -concepto de propiedad intelectual, gestión colectiva de derechos de autor, dominio abierto, nuevos modelos de negocio, etc.- habrán de ser abordados de nuevo. Espero que acertando en todo aquello en lo que no se haya acertado. Lo que dependerá, en buena medida, de que todos seamos capaces de reconocer los miedos -todos los miedos y los miedos de todos- que alimentan esa alianza de neuróticos a la que me refería en un comentario anterior y que el duelo Savater vs. Savater ha puesto de manifiesto. Porque el miedo no sólo ha estado presente en una ya famosa cena, sino en muchos desayunos, almuerzos y meriendas. Enseguida abundaré en esta cuestión.


[II] Pensando precisamente en ese abordaje (dicho sea lo de "abordaje" sin segundas intenciones) que necesariamente habremos de afrontar en un futuro próximo, me interesa en este momento compartir una reflexión sobre determinados aspectos del proceso que nos ha llevado hasta aquí. Una reflexión breve, provisional y personal.

Desde finales del pasado diciembre hasta hoy mismo he recibido, si no me he despistado en mis cuentas, un total de 113 correos electrónicos relacionados con la disposición adicional segunda de la LES. Envíos masivos, dirigidos a todos los senadores y senadoras.
Diez de esos correos, recibidos todos ellos al principio del periodo señalado, procedían de pequeños creadores o propietarios de videoclubs (antonio, carlos, doni, carmelo, santi, ekain, lucia, francisco, elvis, jorge) que exigían una norma que controle las descargas ilegales y juzgaban la ley Sinde necesaria pero insuficiente. Algunos de ellos se referían expresamente a la iniciativa nolesayudesamandarmealparo, pero cada uno de ellos contaba una historia personal.
El resto de los correos expresaban posturas contrarias a la norma.
Una mayoría de ellos se limitaba a suscribir el siguiente mensaje:

Quería llamar su atención sobre la reintroducción de la "Ley Biden-Sinde" en la Ley de Economía Sostenible, una serie de disposiciones que ha sido elaborada de espaldas al trabajo del parlamento y sin las debidas garantías de eficacia legal y de modelo económico. Desearíamos expresarle la disponibilidad de los ciudadanos a colaborar en una propuesta igualmente urgente pero eficaz para el desarrollo de los artistas y de los emprendedores del sector digital. No tenemos que olvidar que este es un ámbito crucial para salir de la crisis y sería una lástima someterlo a una ley que no beneficia su desarrollo. Por todo esto le pido, por favor, que rechace la Ley "Biden-Sinde" de la Ley de Economía Sostenible.

Otro texto-tipo que también a abundado contenía una curiosa declaración de desafección respecto al Senado, y decía así:

Soy un ciudadano español que no acostumbra a preocuparse por los asuntos que se discuten en el senado, pero el próximo día 18 de enero usted votará en el senado la aprobación de la más que polémica "ley SINDE", la cual vela únicamente por los intereses de la retrógrada industria audiovisual frente a los derechos y libertades de la mayoría de los ciudadanos a los que usted representa y por ello le ruego que vote NO a esta ley.

Lo curioso es que nueve personas han remitido ese mensaje bastantes días después de ese 18 de enero en el que supuestamente se iba a votar la disposición.

Sin embargo, han sido muchos los correos recibidos que contenían reflexiones personales, en algún caso más bien desahogos indignados ("Hola senadores, el pueblo español está muy quemado de ustedes..."- Raul; "Dejar de tocar los cojones a la gente" - Mario; "Voten no a la ley sinde si no queréis terminar de cargaros el país" - Ivan), en otros reflexiones amplias y argumentadas, como las de Miguel, Chema, Juan, Mario, Francisco, Luis Angel, Feliciano, Nicolás, de las que he aprendido unas cuantas cosas y me han ayudado a enriquecer mi propia posición.

[III] Por lo demás, me llama enormemente la atención los miedos que muchos de los mensajes comunican. Más arriba me he referido a este hecho.
Hay quien habla de una ley "que pretende quitarnos lo único que nos queda: la libertad de expresión en internet", y compara a España con "China o Venezuela por poder censurar las páginas que ustedes decidan". Varios consideran que la norma "pretende criminalizar a personas que se descargan películas o música por el mero hecho de hacerlo", convirtiendo en delito el hecho de descarga contenidos protegidos por derecho de autor. Se afirma que "viviremos un GRAN HERMANO en la red", censurando aquellos contenidos que no interesen, se menciona a Hugo Chávez y a la Inquisición. Hay quien escribe -en mayúsculas, como un grito: "SERVIRÁ COMO EXCUSA PARA CERRAR CUALQUIER PÁGINA WEB, BLOG PERSONAL O FORO DE OPINIONES SIN EL PERMISO DE UN JUEZ, Y SIN LA NECESIDAD DE QUE CONTENGA ENLACES DE DESGARGA DE CONTENIDOS PROTEGIDOS". Se juega con las siglas "SS" para denominar a la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual.
Miedos entrecruzados, miedos como plato único, una dieta única de miedos cuyo reconocimiento resulta imprescindible para intentar desmontarlos.

[IV] Decía que he recibido poco más de un centenar de correos. La verdad es que son muy pocos. En otras ocasiones, en relación a otros temas, hemos recibido bastantes más.
¿Tal vez porque la opinión y la acción referida a este asunto se expresan mediante otros mecanismos? Pudiera ser: de hecho se habla de la irrupción de un nuevo poder internauta que actuaría como un auténtico lobby ante el Gobierno y los partidos políticos.
Pero la representación en el mundo de la acción cívico-política online es muy complicada. Lo es también la construcción de una interlocución eficaz.
Muchas de las personas que firman esos correos se apresuran a afirmar que se representan a sí mismas. Lo que es más importante, en mi opinión: en la mayoría de esos correos se expresa una voluntad y un potencial de acuerdo muy superior al que he encontrado entre algunos de quienes compondrían ese supuesto "poder internauta".
Reconocimiento legitimado, representación testada e interlocución eficaz: claves esenciales para que todo lo que habrá que hacer en los próximos tiempos llegue a buen puerto.

[V] He respondido de manera personalizada a la mayoría de estos correos, particularmente a aquellos que también contenían una reflexión más personal. Siempre lo hago cuando se abordan temas que tienen que ver con mi responsabilidad en el Senado, o cuando son cuestiones que también me preocupan como ciudadano. Hubiese querido responder a todos y cada uno de ellos, pero el mes de enero -ya lo he dicho en otra ocasión- ha sido muy complicado.
Considero en todo caso que cuando una ciudadana o un ciudadano toma la iniciativa de dirigirse a los representantes políticos a través de cualquier medio con el fin de hacerles llegar su opinión o sus demandas, lo menos que deben hacer esos representantes es responder, para que tales iniciativas no se conviertan en mensajes encerrados en una botella arrojados al mar. Por respeto al remitente, pero sobre todo por pedagogía democrática: las nuevas herramientas de comunicación (correo electrónico, blogs) deben servir para reducir la enorme distancia que existe entre la ciudadanía y la política, entre representados y representantes.
Me dicen que mi respuesta ha sido la única que han recibido. Si es así, es un escándalo. Los partidos políticos deben tomarse en serio esta cuestión. No se puede dejar a la ciudadana o al ciudadano con la palabra en la boca, no se puede ignorar su protesta, no se puede hacer oídos sordos a sus demandas.

Por cierto: son pocas, no más de una docena, las personas que responden a mi contestación. Tal vez el entorno online permite inciar debates, pero no es tan adecuado para continuarlos. No lo sé.

[VI] Lo más importante de todo: hay un espacio enorme para el acuerdo. Es preciso mantener ese espacio abierto, cuidarlo con esmero, pues habremos de transitarlo dentro de no mucho tiempo.

Y por el momento aquí lo dejo. Tenía ganas de reflexionar sobre muchos temas, pero este asunto me ha tenido, lo confieso, bloqueado. Volveré a él, pero hay vida más allá y más acá de las descargas, y de esa vida quiero hacerme eco.
Seguiremos hablando.