sábado, 30 de marzo de 2024

La casa de una escritora en Gales

Jan Morris
La casa de una escritora en Gales
Traducción de Blanca Gago
Gallo Nero, 2023

"Trefan Morys es el nombre de mi casa en Gales y, a decir verdad, creo que lo más interesante es el hecho de que está en Gales. Puesto que la noción de la identidad galesa es algo que me cautiva, para mí Trefan Morys es una suma, una metáfora, un paradigma, un microcosmos, un ejemplo, un multum in parvo, una manifestación, una solidificación, una esencia, un epítome regular de todo lo que amo de mi país. Sea cual sea el futuro de Gales, y aunque su carácter se vaya diluyendo con el paso de las generaciones, espero que mi pequeña casa permanezca como un tributo a lo mejor que ha albergado en ella".


Delicioso libro que destila patriotismo galés ("No me gusta la palabra nacionalista porque parece implicar un cierto chauvinismo [...] y he legado a considerarme una patriota de las minorías, tal vez una patriota cultural"), amor por esa pequeña nación, por su idioma, sus paisajes y su historia. Un texto elegante, culto, también luminoso y a ratos travieso, un brillante ejercicio de psicogeografía que, en algunos momentos, me hace recordar la divertida película El inglés que subió una colina pero bajo una montaña

"La única constante en este largo progreso de la pequeña nación es el paisaje galés. A veces, los hombres y las mujeres galeses han sentido que era lo único que podían llamar suyo, además de la lengua. Es un paisaje que abarca todas las categorías de terreno: pastos, páramos, pantanos y estuarios fluviales, pero el elemento arquetípico que siempre se ha asociado con Gales y se ha celebrado en poesía y pintura, leyenda y tradición, como una alegoría de la identidad galesa, es la montaña. Aquí nunca se la llama colina y apenas sobrepasa los mil metros, pero sus cimas desnudas, su esencia rocosa y el mal tiempo la vuelven traicionera. La montaña permanece en el corazón de la imagen que el patriotismo galés tiene de sí mismo: mientras la montaña siga aquí, no todo está perdido".

Un libro para disfrutar, tan acogedor como la vieja Trefan Morys.

Fantasía alemana

Philippe Claudel
Fantasía alemana
Traducción de José Antonio Soriano Marco
Salamandra, 2023

"Aunque se redactaron en momentos y circunstancias diversos, todos estos textos se articulan alrededor de temas que son importantes para mí desde hace mucho tiempo: en primer lugar, la incongruencia de la historia y de los papeles que os seres humanos desempeñan en ella, o más bien creen desempeñar. También la idea de pueblo, nación o grupo humano, sobre la que albergo las mayores reticencias, pues más bien veo a cada individuo como un grano de arena en el interior de un gran montículo -compacto o quebradizo según el momento- al que una paletada puede hacer ocupar un lugar que ni siquiera habría imaginado".


Claudel es uno de los fijos de este blog. Su obra combina magistralmente literatura con mayúsculas y profundidad filosófica, abordando algunas de las cuestiones mayores de la existencia individual y colectiva: la violencia colectiva, la culpa, el sufrimiento de las víctimas, la memoria. En este caso Claudel nos presenta cinco historias que remiten a sus dos obras a mi juicio más impresionantes, Almas grises y El informe de Brodeck. Cinco relatos que son uno, entrelazados sutilmente.

En el primer relato un soldado alemán huye a través de un bosque helado. Cabe deducir que el nazismo ha caído y él, que ha servido como guardia en un campo de exterminio, intenta escapar de los vencedores. Mientras avanza, hambriento y herido, reflexiona sobre su vida, por primera vez en años:  
"Había vivido los últimos años sin hacerse preguntas. Gracias al advenimiento del nuevo orden, había obtenido un estatus y un respeto que siempre le habían sido negados. En poco tiempo lo habían arrancado de su mediocridad, de la masa de los demás, hombres, lo habían asignado un rango y una función. Lo habían mecanizado. Lo habían convertido en una herramienta eficaz. Le daban órdenes y él las ejecutaba. No había visto llegar el caos. La gran maquinaria se había descompuesto.
¿Era él culpable? ¿Culpable de haber obedecido? ¿O culpable de no haber desobedecido?".
 
En el segundo relato un nonagenario, huérfano de un padre muerto en la guerra, rememora momentos de su vida, en los que la música y su primera experiencia sexual con una desconocida mujer morena: "El tercer movimiento de la sinfonía nos acompaña hacia el terciopelo extendido de los grandes tilos. Ya no avanzamos por la vida. Nos movemos en un sueño. Y la música da a ese sueño una profundidad algodonosa. Durante milenios los seres humanos creyeron que a veces los dioses gozaban de las mujeres mortales o que algunos hombres se unían a diosas. Esa noche de mayo experimento mi propia mitología".
 
La tercera historia nos sitúa en la Alemania recientemente reunificada. Una joven es contratada en una residencia para cuidar del padre del alcalde de la localidad en la que vive, en la antigua Alemania Oriental: "Ya verás -le dice la directora-, el padre del alcalde no es difícil. Si de vez en cuando lo oyes canturrear canciones militares, no te extrañes. Déjalo, no le hace daño a nadie. La guerra lo marcó. Y, después de todo, ya pagó. Todo el mundo cometió errores. Sobre todo en esa época. Tiene derecho a una vejez feliz". Pero la joven no entiende nada de lo que la están diciendo y, además, no soporta a ese viejo senil.

El siguiente relato comienza con el anuncio de la subasta de los dibujos de un artista reconocido como uno de los más destacados de la primera mitad del siglo XX, victima en 1940 del programa de depuración racial conocido como Aktion T4. Pero un historiador sostiene que, en realidad, el citado pintor murió en 1916, combatiendo en la Primera Guerra Mundial. Un magistral ejemplo de lo difícil que resulta a veces afirmar la verdad histórica y de cómo el negacionismo puede hacerse un hueco en este contexto.

El último relato, profundamente conmovedor, nos devuelve al principio del libro y tiene mucho de redentor. Una niña huérfana es cuidada por una mujer en una relación de la que no sabemos nada: "La guerra, que es la encarnación más vulgar del azar, las había hecho rodar la una hacia la otra". Un día, en uno de sus vagabundeos por el bosque, encuentra un cadáver, que visita a diario y con el que mantiene silenciosas conversaciones: "El hombre muerto, que ya no parecía un hombre, no podría oír lo que la pequeña quería decirle"; pero esta "estaba segura de que el hombre podía [coger sus palabras], oírlas y utilizarlas para seguir viviendo en su muerte a través de ella".
 
En El informe de Brodeck, escribe Claudel: "Qué extraña es la vida... Quiero decir, las corrientes de la vida, que nos arrastran, más que nos llevan, y tras un curioso recorrido nos dejan en una orilla, la de la derecha o la de la izquierda".  Son esas las corrientes impredecibles que configuran este libro.

jueves, 28 de marzo de 2024

Mañana ventosa por Sasiburu

Paseo mañanero desde Alonsotegi, subiendo por el barrio de Zamundi hasta Sasiburu, desde ahí cresteando hasta Arroletza y vuelta a Alonsotegi por el barrio de Sasia.
 
Ermita de Santa Kiteria, en el barrio de Zamundi.





Humilladero.


Sasiburu.
 

Eretza.
 

Anboto.
Sierra Salvada.







Tellitu.

Arroletza.


Muchísimo viento...
 
Tanto que ha hecho una escabechina entre los pinos.






miércoles, 27 de marzo de 2024

Cuando las mujeres fueron pájaros / Refugio

Terry Tempest Williams
Cuando las mujeres fueron pájaros: Cincuenta y cuatro variaciones sobre la voz
Traducción de Isabel Zapata
Antílope / Almadía, 2023 

"¿Lo fuimos?
¿Lo somos todavía?
¿O estamos en movimiento y nunca seremos atrapadas? Permanecemos elusivas por elección.
'Soy una mujer con alas', escribí una vez y volveré a esas palabras. 'Soy una mujer con alas que baila con otras mujeres con alas'.
En una comunidad que alza la voz, todos florecemos".

 
Cuando, tras la muerte de su madre, Terry Tempest Williams sintió que era el momento adecuado para leer los diarios que ella le había legado ("Tres estantes de hermosos cuadernos forrados en tela: algunos florales, algunos en estampado Paisley, otros en colores sólidos. Todos los lomos perfectamente alineados con el borde del estante"), su sorpresa fue mayúscula: todos y cada uno de aquellos cuadernos estaban vacíos, en blanco. 
 
Estos cuadernos en blanco, estos cuadernos mudos, son el inicio de un viaje hermosísimo a través de cincuenta y cuatro etapas (más una) en las que la autora reflexiona sobre las relaciones entre madre e hija ("Una madre y su hija son un borde. Los bordes son ecotonos, zonas de transición, lugares de peligro o de oportunidad"); sobre la voz, el silencio y la conversación; sobre la naturaleza de Utah, su estado natal, y sobre la relación de cada ser humano con el cosmos ("Cada día millones de meteoros se queman al entrar en nuestra atmósfera. Como resultado, la Tierra recibe diez toneladas de polvo del espacio exterior. En cada respiro no sólo absorbemos el mundo, inhalamos el universo. Somos polvo de estrellas"); sobre la belleza y el dolor, la pérdida y el encuentro, el amor y la soledad.


La voz de Terry Tempest Williams es profunda como un cañón del desierto. Es la voz de una mujer que, pese a nacer "una y otra vez en los campos de la incertidumbre", se eleva con la fuerza de quien se sabe parte de una realidad más grande que ella ("Tierra. Madre. Diosa. En todas las culturas, la voz de lo femenino emerge de la tierra misma") y que, por eso mismo, se niega a plegarse a ningún poder humano: "Ya no podemos negar nuestro destino convirtiéndonos en mujeres que esperan: esperan para amar, esperan para hablar, esperan para actuar. esto no es paciencia, es patología".

Un libro para leer y releer, para dejarnos decir y escribir, como si el cuaderno en blanco fuéramos nosotras. Un libro sanador:

"Hace mucho tiempo, cuando las mujeres fueron pájaros, existía el sencillo entendimiento de que cantar en la madrugada o cantar al atardecer era curar el mundo a través de la dicha. Los pájaros aún recuerdan lo que nosotras hemos olvidado, que el mundo está hecho para ser celebrado".

Un libro refugio que nos conecta con otro libro anterior que, la verdad, pensaba que ya había recomendado en este blog: lo he elogiado tanto, lo he citado tanto, lo he regalado tantas veces... pero no. Así que lo hago ahora.

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Terry Tempest Williams
Refugio
Traducción de Regina López Muñoz
Errata naturae, 2018

"-Pedid refuerzos -ordenó un soldado.
    -Es lo que hemos hecho nosotras -intervino una mujer-. Hemos pedido refuerzos y no tenéis ni idea de cuántas somos".


Terry Tempest Williams publicó Refugio en 1991 y en 2012 publicó Cuando las mujeres fueron pájaros. Once años y mucha vida separan ambas obras que, sin embargo, están poderosamente vinculadas, entre otras cosas por el cáncer. "Cáncer. Tanto cáncer. Nueve mujeres de mi familia han tenido mastectomías y siete están muertas", escribe en Cuando las mujeres... La misma terrible enfermedad que le sirve a la autora como hilo conductor en Refugio.

Siendo miembro de una comunidad mormona ubicada en Utah desde 1847, acostumbrada a una vida sana como consecuencia de su compromiso religioso ("ni café, ni té, ni tabaco, ni alcohol") que puede explicar el hecho de que entre las población mormona se observen tasas muy bajas de cáncer, entre su propia familia sólo una mujer se enfrentó al cáncer de mama antes de 1960. Pero, desde entonces, el cáncer parece haberse cebado con su familia:

"Formo parte de un clan de mujeres  con un solo pecho. Mi madre, mis abuelas y seis tías: todas se han sometido a mastectomías. Siete de ellas han muerto. las dos que aún viven acaban de terminar sendas fases de quimioterapia y radiación. Yo no me he librado: dos biopsias por temor a un cáncer de mama y un pequeño tumor entre las costillas diagnosticado como «de bajo potencial maligno»".

Terry Tempest Williams relaciona este hecho con los ensayos nucleares realizados por el ejército estadounidense en Utah y Nevada entre 1951 y 1962. Implicada en las luchas contra las pruebas nucleares y por hacer justicia a sus víctimas, luchas lideradas por mujeres "que comprendían el destino de la tierra como el suyo propio" y en la protección del refugio de aves del Gran Lago Salado (a lo largo del libro coincidiremos con mochuelos, zarapitos, garcetas, halcones, flamencos y multitud de aves más) la enfermedad se entrevera con la vida, el cuerpo con la naturaleza  ("Los huevos hueros son el equivalente de los úteros huecos. La Tierra no está bien y nosotros tampoco. He visto la salud del planeta como si fuera la nuestra") en un libro, de verdad, imprescindible.

Háganme caso.

lunes, 25 de marzo de 2024

Capital e ideología: el cómic

Claire Alet y Benjamin Adam
Capital e ideología
Traducción de Daniel Fuentes
Deusto, 2023


"Todas las sociedades tienen necesidad de justificar sus desigualdades: sin una razón de ser, el edificio político y social en su totalidad amenazaría con derrumbarse. Por eso, en cada época se genera un conjunto de discursos e ideologías que tratan de legitimar la desigualdad tal y como existe o debiera existir".
[Thomas Piketty, Capital e ideología, Planeta, 2019; traducción de Daniel Fuentes Castro]


Hay que descubrirse ante la tarea de elaborar un cómic inspirado en la monumental (y compleja) obra de Thomas Piketty Capital e ideología. La periodista económica Claire Alet y el dibujante Benjamin Adam se lo han planteado y han logrado una más que notable adaptación.

La autora y el autor imaginan una saga familiar que, a lo largo de ocho generaciones, encarna y aterriza la historia de las desigualdades analizada por Piketty: desde el patriarca, Pierre, enriquecido por el esclavismo, pasando por el rentista Jules, hasta llegar a Léa, en la actualidad, que descubrirá el origen de su herencia.


Un libro de dibujo claro, al servicio de un texto que logra transmitir pedagógicamente conceptos de cierta complejidad, como la propuesta de "herencia universal" que Sumar parece haber incluido en su programa económico.


Un trabajo muy recomendable.