jueves, 22 de junio de 2023

Sontag. Vida y obra

Benjamin Moser
Sontag. Vida  y obra
Traducción de Rita da Costa
Anagrama, 2020 

"Ella les enseñó cómo mantenerse anclados en los logros del pasado sin por ello dejar de abrazar su propio siglo. Manifestó desprecio infinito hacia la vulgaridad intelectual y espiritual. Marcó a varias generaciones de mujeres como una pensadora que no temía a los hombres, que ni siquiera era consciente de que hubiese motivos para temerlos. Representaba la autosuperación, la capacidad del individuo para exceder las expectativas propias y ajenas. Simbolizaba al intelectual que abarcaba un amplio abanico de géneros sin caer en el encasillamiento ni el diletantismo. Personificaba la esperanza en un Estados Unidos tolerante y diverso, capaz de dialogar con otros países sin chovinismo. Encarnó el rol social del artista y demostró que este podía resistir a la tiranía política. Y defendió la permanencia de la cultura como fuente de esperanza en un mundo asediado por la indiferencia y la crueldad".


No me resulta sencillo reseñar esta obra. De hecho, lo intenté en mayo de 2021, al poco de leerlo... y no pude. Primero, porque hacía mucho tiempo que no leía un libro que me haya interesado tanto, provocándome tantas preguntas, sugiriéndome tantas ideas, abriendo tantas líneas de reflexión. Acostumbro a tomar notas en las primeras páginas en blanco de los libros que leo, marcando páginas e ideas a las que volver tras su lectura. Pues bien, en este caso he utilizado tres páginas y media... Las 825 paginas de texto, 60 de las cuales son notas sobre las fuentes utilizadas, hacen que sea tarea imposible abordar una reseña breve, que es lo que acostumbro a hacer en este blog, en clave más de invitación y sugerencia que de análisis crítico.
 
 
Por otra parte confieso (quienes más me conocen ya lo saben) que nunca he querido conocer en persona a aquellas personas a las que admiro pero con las que no convivo. Y lo cierto es que la lectura de este libro se parece demasiado a conocer personal e íntimamente a Susan Sontag, a la que he admirado enormemente desde hace mucho tiempo. 
 
No es una lectura cómoda. A ratos me he sentido como uno de esos voyeurs crónicos a los que Sontag describía en Sobre la fotografía (Alfaguara 2006, traducción de Carlos Gardiní; edición original en 1973), como un espectador asomado sin solicitar permiso al espectáculo del "dolor de los demás" (Sontag, Ante el dolor de los demás, Alfaguara 2003, traducción de Aurelio Major). Impresiona y duele pensar en que Susan Sontag, una mujer tan poderosa, definida por Moser como "la última gran estrella literaria de Estados Unidos" y como una "«mujer dique» que se alzaba con firmeza ante los implacables embates de contaminación estética y moral", sufriera tanto. 
 
La vida biografiada por Moser es la de una mujer en permanente lucha con su aspecto físico (“Hacia el final de su vida, al ver una instantánea de sus años de juventud, dio un grito ahogado y exclamó: «¡Qué guapa era! Y ni siquiera lo sospechaba»”), con una vivencia ferozmente conflictiva de su sexualidad (según Moser, nunca se reconcilió con su lesbianismo) y empeñada de distintas formas en la negación de su cuerpo, hasta el extremo: "Negar la realidad del cuerpo la llevó a negar la muerte con una obstinación que convirtió su propio final en algo innecesariamente atroz".

El libro, ciertamente enciclopédico, nos introduce la vida personal de Sontag, en su conflictiva relación con su madre y con su propia maternidad; sobre su evolución desde un apoliticismo indiferente ("Siempre que la política aflora en los diarios de Susan, como sucedió a raíz de su viaje a Cuba, lo hace de la mano de la estética") a su compromiso político contra la guerra de Vietnam, desde su entusiasmo por el comunismo hasta su crítica de este como una forma de fascismo, consecuencia de su contacto con escritores represaliados por Stalin; sobre su obra, por supuesto; sobre la enfermedad y sobre su enfermedad, el cáncer; y sobre su experiencia de Sarajevo, que tanta relevancia tuvo en su vida y en su pensamiento, hasta el punto de hacer revisar sus tesis de 1973 sobre la función de la fotografía: “«Fotografiar es esencialmente un acto de no intervención», había escrito Sontag en Sobre la fotografía, pero ahora comprobaba lo esenciales que eran las imágenes para la causa bosnia”.
 
Un libro al que hay que dedicar tiempo y esfuerzo, nada fácil de leer, pero que merece mucho la pena. Porque no solo es un excelente retrato de una de las intelectuales más destacadas del siglo XX sino que consigue retratar toda una época, ese "corto siglo XX" (como lo denominara Hobsbawn) que explica tanto de lo que hoy nos pasa y de lo que somos.

domingo, 18 de junio de 2023

Pagasarri

Mañana tipicamente pagasarritarra o, lo que es lo mismo, una mañana para disfrutar de un espacio natural increíble. A las 9:00 llegaba a la altura del refugio. A partir de ahí toda una mañana para senderear, evitar los lugares más concurridos, hacer fotos y retrasar la bajada.
 





 




































El viaducto de Bolintxu 😾