viernes, 10 de julio de 2009

Sobre (distintas) ruedas

Dos libros que hablan de transporte, de cómo nos desplazamos, y de la manera en que nuestras vidas y lo espacios en los que las desarrollamos se ven condicionados por esas diversas maneras de movernos. Dos libros sobre ruedas. También dos Parises.

Ilya Ehrenburg describe en Historia del automóvil los comienzos de la industria automovilística; más, los comienzos de una sociedad que se va a caer rendida ante la fascinación del nuevo artefacto motorizado:
"Los caballos se quedan pasmados, mientras los gacetilleros se carcajean: ¡es un invento tan estúpido! Sin embargo, acaba de recibir un esperado reconocimiento: arrostrando todos los peligros, el señor Émile Zola se ha subido a un faetón no tirado por caballos. El faetón se vio sacudido por sus conocidos escalofríos. Pero el señor Zola llegó en él hasta Versalles. Con toda justicia, el presidente del Club del automóvil llamó al señor Zola 'nuestro ilustrísimo y moderno contemporáneo'".
Por su parte Marc Augé escribe un delicioso Elogio de la bicicleta:
"El desarrollo de la bicicleta ha cambiado radicalmente la geografía urbana. Los carriles-bici que se extienden a lo largo del Sena hacia el oeste y el este permiten llegar fácilmente a Suresnes, a las islas y a Meudon, por un lado, y alcanzar la confluencia del Marne, por el otro. Por todas partes, los bailes populares al aire libre han recobrado nuevas fuerzas. El acordeón del domingo y la gaita han vuelto a ser un must, algo imprescindible. Tamién en estos lugares flota en el aire una pizca de amable nostalgia, pero es una nostalgia acogedora, precisamente a la manera de un retorno: lo que se celebra o se cree celebrar es algo que se parece bastante a un reencuenro".



miércoles, 8 de julio de 2009

Los invisibles de Kolda

He leído la noticia hoy en EL MUNDO. Tomo el texto siguiente del dossier de prensa preparado por la editorial que publica el libro:


El 23 de abril de 2007 un cayuco con 160 jóvenes a bordo zarpaba de la desembocadura del río Casamance, al sur de Senegal, con destino a las Islas Canarias. Sin embargo, esta embarcación nunca llegó. El rastro de sus ocupantes se perdió para siempre en medio del océano en la peor tragedia de la inmigración clandestina rumbo a España que, paradójicamente, pasó desapercibida para la opinión pública. Todos los jóvenes fallecidos procedían de la misma región de Kolda (Senegal), un rincón de África desangrado por la pobreza y por la guerra olvidada de la Casamance.
El periodista José Naranjo ha reconstruido la historia de este cayuco y de las 160 vidas que se perdieron para siempre. Para ello, viajó hasta Kolda, donde se entrevistó con los familiares de los desaparecidos, habló con los organizadores de estos viajes ilegales en la pequeña isla de Diogué y llegó hasta Lleida para recoger el testimonio de quienes aguardaban, ansiosos, a los inmigrantes. En este libro, presentado ayer en la iglesia de San Carlos Borromeo (Madrid), se relatan los detalles de esta tragedia, que, por otra parte, no es sino el drama de las 2.600 personas que han fallecido, ahogadas, entre África y Canarias desde que, en 1999, naufragó la primera patera. Muertos sin nombre, menores frustrados por no poder trabajar y mutilados de los cayucos están retratados en las páginas de este gran reportaje que pretende ser un homenaje a la memoria de las víctimas de una de las fronteras más calientes de la Tierra.
Son los nadies reivindicados por Eduardo Galeano. Víctimas de un implacable Muro de Agua infinitamente más sangriento que cualquier otro.

martes, 7 de julio de 2009

El sastre de Panamá

"Seré testigo y Camps estará en el banquillo".
Leo las declaraciones de José Tomás, director comercial de Milano y Forever Young, a quien Francisco Camps encargaba sus ya famoso trajes, y me pregunto: ¿Qué le han hecho Camps y su corte a este hombre?.
Porque algo le han tenido que hacer, y grave.
Porque no es normal que una persona que vive del comercio y que desarrolla su trabajo en relación con la alta sociedad valenciana se convierta en el principal testigo de cargo en un caso como este. "Aunque sea lo último que haga en esta vida, lucharé por que me restituyan el daño que me han hecho a mí y a mi familia. En el juicio yo seré testigo y el señor Camps estará en el banquillo".
Como su tocayo de Galapagar, el sastre del President ha saltado solo al ruedo dispuesto a torear lo que le echen.
Como el mismo Harry Pendel, protagonista de El sastre de Panamá, José Tomás se ha convertido en el centro de una trama cutre-política. Esperemos que la cosa no acabe como en la historia de Le Carré.
La costa mediterránea no es Centroamérica... ¿o sí? Tal vez... a veces.
Lo que está claro es que... hay tela.

lunes, 6 de julio de 2009

Pueblo frente a ciudadanía

El presidente del PNV de Gipuzkoa, Joseba Egibar, critica a Patxi López por hacer "tabla rasa" desde su llegada al Gobierno vasco con el fin de eliminar cualquier vestigio del camino recorrido durante los mandatos de Ibarretxe para hacer realidad el derecho a decidir.
A Egibar le molesta especialmente la que denomina nueva "jerga" del lehendakari, en particular lo que considera un intento de "orillar" el concepto de pueblo sustituyéndolo por el de "ciudadanía" en cada uno de sus discursos, tras lo que percibe un intento de negar la realidad nacional vasca: "No escucharéis decir a López que como lehendakari es representante del pueblo vasco, porque saben que hablar de pueblo es hablar del derecho inherente de todos los pueblos a la autodeterminación, del derecho a decidir en la versión que sea", denuncia Egibar, afirmando que "los pueblos son realidades muy anteriores a estructuras de poder artificiales como los Estados".
"Pretenden que seamos todos como truchas de vivero, que sepamos todos igual", concluye enrabietado

Lo de las truchas de vivero me ha hecho gracia, lo reconozco. Pero el resto de su intervención me causa una enorme preocupación.
Considerar "jerga" el discurso de la ciudadanía y enfrentarlo al políticamente viscoso concepto de "pueblo" no es de recibo. Máxime cuando Egibar hace cuentas y calcula las prestaciones de este concepto en virtud de su supuesto potencial para definir un sujeto político soberano.
Y esas referencias estomagantes a realidades artificiales (los Estados) y a realidades ¿naturales? (los pueblos)...
¿Desconoce Egibar que es justamente la ciudadanía la que nos permite escapar del vivero al que el discurso del Pueblo pre-existente nos quiere condenar?

domingo, 5 de julio de 2009

Traicionar al planeta


Absolutamente recomendable el artículo de Paul Krugman en EL PAÍS de hoy. Krugman se refiere a la aprobación por el Congreso de Estados Unidos del proyecto de ley Waxman-Markey sobre cambio climático. Se alegra de esta aprobación, pero se pregunta por las razones que pueden haber llevado a 212 representantes ha oponerse al proyecto. "Un puñado de esos votos negativos -dice- correspondían a representantes que consideraban que el proyecto de ley era demasiado débil, pero la mayoría lo ha rechazado porque rechaza la mera idea de que tengamos que hacer algo respecto a los gases de efecto invernadero".
¿Y en qué basan su posición estos negacionistas del cambio climático? Según el último Premio Nobel de Economía no se trata de "personas que hubieran estado reflexionando profundamente sobre un asunto crucial y que intentaran hacer lo correcto", sino de "gente que no da la menor muestra de que le interese la verdad. No les gustan las consecuencias políticas y legales del cambio climático, así que han decidido no creer en él; y se aferrarán a cualquier argumento, por pobre que sea, que refuerce su rechazo".
De ahí su conclusión: "Los partidarios del no optan por ignorar a propósito la amenaza, con lo que ponen a futuras generaciones de estadounidenses en grave peligro, simplemente porque, para sus intereses políticos, es mejor fingir que no hay nada de lo que preocuparse. Si eso no es traición, no sé qué es".
Pues eso: traición al Planeta; traición de lesa humanidad.