"Seré testigo y Camps estará en el banquillo".
Leo las declaraciones de José Tomás, director comercial de Milano y Forever Young, a quien Francisco Camps encargaba sus ya famoso trajes, y me pregunto: ¿Qué le han hecho Camps y su corte a este hombre?.
Porque algo le han tenido que hacer, y grave.
Porque no es normal que una persona que vive del comercio y que desarrolla su trabajo en relación con la alta sociedad valenciana se convierta en el principal testigo de cargo en un caso como este. "Aunque sea lo último que haga en esta vida, lucharé por que me restituyan el daño que me han hecho a mí y a mi familia. En el juicio yo seré testigo y el señor Camps estará en el banquillo".
Como su tocayo de Galapagar, el sastre del President ha saltado solo al ruedo dispuesto a torear lo que le echen.
Como el mismo Harry Pendel, protagonista de El sastre de Panamá, José Tomás se ha convertido en el centro de una trama cutre-política. Esperemos que la cosa no acabe como en la historia de Le Carré.
La costa mediterránea no es Centroamérica... ¿o sí? Tal vez... a veces.
Lo que está claro es que... hay tela.
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