Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me supo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tampoco me hubiese prestado a levantar la cartulina en el Nou Camp...
¡Qué coñazo los nacionalismos! Elevar lo que en todo caso no es más que un continente (un espacio geográfico, un marco territorial) sin contenido sustantivo a centro absoluto del universo ideológico...