Posa Errandonea ante los medios, feliz con su cartelito, a la salida de la cárcel de Herrera de la Mancha.
Se ha esforzado Errandonea en dotar a ese momento de contenido simbólico.
Ha cogido sus pinturas de colores, un buen trozo de papel blanco y con un estilo no sé si conscientemente naïf o directamente torpe ha plasmado la alegría que siente al poder votar a Bildu el próximo día 22.
Un voto por la independencia Y el socialismo. "Y", Soraya, no "ETA".
Da gusto verle. Con qué alegría muestra su trabajo manual, con esas manitas llenando de papeletas electorales una urna.
Comprendo perfectamente su alegría.
Por primera vez en la historia de Euskal Herria, el próximo 22 de mayo será posible votar a una fuerza política que representa los objetivos e ideales de la izquierda abertzale.
Por primera vez.
Evidentemente, cuando Errandonea fue detenido, en mayo de 1986, era imposible votar a ninguna organización política de la izquierda abertzale.
Como todo el mundo sabe, en noviembre de 1986 no tuvieron lugar unas elecciones al Parlamento Vasco en las que una lista electoral de Herri Batasuna, encabezada por Iñaki Esnaola, obtuvo 199.900 votos, el 17,5% de los votos válidos, logrando así 13 de los escaños en juego.
En mayo de 1986, con 23 años de edad, Errandonea hubiese querido plantarse en la calle con un cartelito pidiendo el voto en favor de la independencia y el socialismo. Esa fue siempre su máxima aspiración. Llenar las urnas de votos abertzales. Pero, como es sabido, en aquel tiempo no fue posible. No había una Herri Batasuna a la que votar. ¿Por eso escogió dirigir el comando Irrintzi de ETA?
Ahora sí. Ahora, 25 años de prisión después, Errandonea podrá, por fin, cumplir su sueño y acercarse a una urna para depositar su voto en favor de la independencia y el socialismo.
Objetivo cumplido, Errandonea: tu lucha no ha sido inútil.