Un pie en el paraíso
Ron Rash
Traducción de Pablo González-Nuevo
Siruela, 2018
"Había cierta idea de justicia en
lo que estaba a punto de ocurrir. No obstante, esta vez la desaparición
sería total. Ya no quedarían ni los nombres, porque Alexander Springs y
Boone Creek, Robertson´s Ford y el puente Chapman quedarían sumergidos. Y
hasta la última tumba con los nombres de Holcombe o Luck, Alexander o
Nicholson grabados en piedra desaparecería también".
La época: principios de los años Cincuenta. El lugar: Oconee, un condado rural enclavado en los montes Apalaches, en la frontera entre las dos Carolinas, en vísperas de verse anegado para convertirse en una inmensa presa para la producción de electricidad. Unas tierras arrebatadas por colonos procedentes del Reino Unidos a los cheroquis, que a su vez se las habían arrebatado a otras tribus menos poderosas.
Holland Winchester, un joven problemático recién llegado de la guerra de Corea ha desaparecido. El sheriff Will Alexander -en tiempos deportista universitario, veterano de la segunda guerra mundial, con una relación matrimonial en crisis- investiga su desaparición. El principal sospechoso de la desaparición de Holland -su madre escuchó un disparo- es su vecino, Billy Holcombe, casado con Amy, que unos meses más tarde, tras muchos años de matrimonio, dará a luz a su único hijo. Pero el cadáver no aparece, y sin cadáver no hay delito que pueda juzgarse... por la justicia humana. Porque otra clase de justicia acabará por imponerse.
Cinco miradas a una misma realidad -la del sheriff Alexander, la de Amy Holcombre, la de Billy Holcombe, la del hijo de ambos, la del ayudante del sheriff- le sirven a Ron Rash para construir una historia coral, de fracasos y de esperanzas, de culpas, castigos y redención.Una novela excepcional.
Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
sábado, 15 de diciembre de 2018
domingo, 9 de diciembre de 2018
Duda
Toca despedirse de la Montaña, y como me ha ocurrido en otras ocasiones, ciervos y corzos, tan esquivos en estos días pasados, se dejan ver.
No sé cómo explicarlo: ¿es que celebran que nos vayamos y dejemos sus bosques libres de nuestra presencia, o es que me invitan a regresar para seguir buscando el encuentro con esa naturaleza viva, fascinante, al tiempo tan cercana y tan lejana?
No sé cómo explicarlo: ¿es que celebran que nos vayamos y dejemos sus bosques libres de nuestra presencia, o es que me invitan a regresar para seguir buscando el encuentro con esa naturaleza viva, fascinante, al tiempo tan cercana y tan lejana?
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