miércoles, 3 de mayo de 2023

Lo que nos lleva a caminar

No es verdad que lo que nos motive a salir a caminar cada vez que tenemos un rato libre sea el después. Bueno, igual a veces sí...








 










domingo, 30 de abril de 2023

Ventisca

Marie Vingtras
Ventisca
Traducción de María Teresa Gallego y Amaya García Gallego
Nórdica Libros, 2023

"Y, tal y como también me enseñó él, he dejado una luz encendida en casa antes de irme, igual que Benedict. Ya se sabe lo que representa una luz en la oscuridad, o en la ventisca, cuando estás perdido. Debe de ser algo así como un faro en la oscuridad para un marino. Quiere decir que hay un ser humano en alguna parte y que a lo mejor vas a poder sobrevivir a los elementos".


Seis personajes principales: Bess, Benedict, Cole, Freeman, Clifford y el niño, aunque solo los cuatro primeros tienen voz propia, narrándonos la historia  desde su particular perspectiva. Habitantes de un remoto pueblo de Alaska, la desaparición de Bess y del niño en una noche invernal mientra sopla una fuerte tormenta de nieve desencadena una serie de situaciones que nos llevarán a profundizar en la intimidad de cada uno de ellos, en su historia personal, desvelándonos realidades dramáticamente complejas ocultas bajo la superficie de unas vidas aparentemente simples, adaptadas a las simples reglas de supervivencia en un entorno natural sumamente exigente, por no decir hostil.
 
La construcción de los cuatro protagonistas (Bess, Benedict, Cole, Freeman) es extraordinaria. Vidas ligadas a otras vidas, a otras muertes, en realidad. Vidas que siguen adelante a pesar de la tragedia pero sin que esta tragedia quede nunca atrás. Vidas capaces de dejar una luz encendida para guiar a otras personas en la oscuridad, dispuestas también a soplar la vela que ilumina levemente el mundo: la que nos lleva a ponernos en el lugar del otro. Vidas que, tantas veces, han llegado tarde.
 
"Lo único que sé hacer es llegar siempre después, cuando lo peor ha ocurrido".
 
 

Malmasín

Hasta hoy era un túnel por el que avanzaba una autopista, desde hoy es un monte. O una montaña-colina, o una colina-montaña. Un milagro natural rodeado -¡literalmente!- de cemento y de gente.