Respondona
Traducción de Montserrat Asensio Fernández
Paidós, 2022
"Encontrar la voz y usarla, sobre todo en actos de rebelión y de resistencia críticos que nos instan a ir más allá del miedo, sigue siendo una de las maneras más potentes en que el pensamiento y la práctica feministas pueden cambiar nuestras vidas.
[...]
Para los oprimidos, los colonizados, los explotados y los que luchan codo con codo, pasar del silencio al discurso es un gesto de desafío sanador que hace posible una vida y un crecimiento nuevos. Ese acto de discurso, ese 'responder' que no es un mero gesto de palabras huecas, es la expresión de nuestra transformación de objeto a sujeto, es la expresión de la voz liberada".
bell hooks es una de las pensadoras más sugerentes de nuestra época. Digo pensadoras, ahorrándome los calificativos de "mujer", de "feminista" y de "negra" que suelen acompañarla. Porque sí: bell hooks es una pensadora que es mujer, feminista y negra, pero sus reflexiones son interesantes por sí mismas.
Seguidora confesa del pensamiento y la práctica de Paulo Freire, a quien cita y referencia en todas sus obras, hooks es también una eficaz educadora de y para la libertad, una pedagoga de y con las personas oprimidas que, por encima de todo, busca con sus escritos resultar comprensible para ellas:
"La teoría que usa un lenguaje enrevesado, un metalenguaje, tiene su lugar, pero esa teoría no se puede convertir en la base del movimiento feminista a no ser que la hagamos más accesible. Es habitual que las mujeres que escriben teoría le resten importancia cuando les preguntan acerca de su relación con la 'vida real', con la experiencia cotidiana de la mujer. Esto refuerza la idea errónea de que toda la teoría ha de ser inaccesible. [...] Si queremos que ejerza un impacto significativo, tenemos que articular de un modo accesible la teoría feminista visionaria".
Con esta actitud, la autora aborda cuestiones como las relaciones entre patriarcado, racismo y clasismo, la apropiación cultural, el papel de las mujeres en el mantenimiento y perpetuación de los sistemas de dominación, la ética de escribir acerca de las vidas y las experiencias de grupos subordinados a los que no pertenecemos, las complejas interacciones entre el cambio personal y el estructural, el papel de los hombres en la lucha por la transformación feminista del mundo, la violencia en las relaciones íntimas (que ella misma sufrió), el predominio de la teoría feminista blanca y sus consecuencias, las relaciones entre las mujeres y el militarismo, las diferencias entre racismo y supremacismo blanco o la homofobia en las comunidades negras, entre muchos otros temas. Siempre con referencias a su propia experiencia biográfica como hija en un hogar dominado por un padre autoritario, alumna en una escuela segregada, estudiante universitaria en entornos eminentemente blancos o docente e investigadora en Yale.
Especialmente interesante me ha resultado el capítulo 15, en el que disecciona con agudeza el conocido y repetido lema "lo personal es político", fundamento de las que han venido a denominarse "políticas de la identidad". hooks advierte del peligro de que el énfasis se ponga cada vez más en lo personal y menos en lo político, debilitando la intención original de politización radical de la identidad y la experiencia personal para acabar deslizándose hacia una "preocupación obsesiva y narcisista con la 'búsqueda de la identidad' [...] que desviaba la atención de la política radical" para alimentar "un proceso de despolitización".
Un libro, por tanto, necesario.
Agradeciendo enormemente la labor de la traductora, sí me permito hacer una crítica al uso generalizado del masculino, con frases como esta: "[...] los teóricos feministas tenemos que ser muy cuidadosos y no apoyar nociones monolíticas de qué es una teoría". ¿Los teóricos feministas?