sábado, 29 de octubre de 2022

Dos de Offutt

Chris Offutt
Los hijos de Shifty
Traducción de Javier Lucini 
Sajalín, 2022

"Raymond permaneció callado unos minutos. Mick se preguntó si habría cometido un error al compartir la información. Raymond querría vengarse. Era el código de las montañas, un código que él intentaba que los demás no siguieran, un camino que podía llevar al derramamiento de sangre durante generaciones, un camino en el que él ya estaba metido de lleno".


Segunda entrega de la que será una trilogía que eleva el country noir a alturas estratosféricas. Iniciada con Los cerros de la muerte, en esta ocasión seguimos a Mick Hardin, investigador criminal del ejército de EE UU temporalmente de regreso a su pueblo natal -una pequeña localidad rural de Kentucky en la que trabaja como sheriff su hermana Linda- mientras intenta hacer luz sobre el asesinato de Cabronazo Barney, traficante local de heroína. Si en Los cerros Hardin retomaba su actividad como investigador a petición de su hermana ahora es la madre de Barney, la poderosa matriarca  Shifty Kissick, quien le pide que averigue quién asesino a su hijo.

Con el trasfondo de la destructiva industria del fracking y con el objetivo de impedir una espiral de venganza impulsada por "la obstinada lealtad de los cerros", Hardin se implicará en una investigación que le llevará a chocar con intereses tanto o más oscuros que los del propio tráfico de drogas.   

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Chris Offutt
Kentucky seco
Traducción de Javier Lucini
Sajalín, 2021 (2ª edición)

"Mercer cerró la puerta de la ranchera y avanzó en la tenue bruma. Los hombres observaban preguntándose por las cosas de las que se habría enterado Mercer en la ranchera. Jamás se les ocurriría preguntar, esperarían, esperarían un mes o un año hasta que el propio Mercer lo sacase a colación. Entonces sabrían la verdad, no un cuento contaminado por sus preguntas".



Mi primer contacto con la escritura de Chris Offutt fue el libro de relatos Lejos del bosque: me atrapó totalmente, tanto por las historias que narraba como por la forma en que lo hacía.
 
Publicado originalmente en 1992 Kentucky seco es el libro con el que debutó Offutt, tras una vida errante y precaria.
En el epílogo del libro explica brevemente cómo llegó a escribir y publicar este su primer libro y nos da una pista sobre sus intenciones al hacerlo:
 
"Mi objetivo era brindar un libro a la gente de casa, un libro sobre 'nosotros', no sobre 'ellos', un libro en el que los lectores de las montañas pudiesen por fin reconocer su cultura sobre el papel, con un lenguaje que pudiesen entender, sin condescendencia. Quería escribir un libro que reflejase la dureza de la vida en las montañas, pero sin perseverar en las mentiras más difundidas. Mi tarea era similar a la de otros escritores que no forman parte de la vida americana dominante y cuya cultura se ve distorsionada a diario en los medios populares. Estoy hablando de los escritores negros, latinos, asiáticos, nativo-americanos y gays. He leído sus obras con voracidad en un intento de imitar el modo en que echan mano de la narrativa para lidiar con la opresión, el prejuicio y la escasez de oportunidades".
 
Historias sobre la pobreza rural y su reproducción de una generación a otra, sobre el valor superior de la familia, sobre vidas aisladas sostenidas por el alcohol que desconfían de todo lo que proceda del exterior, un mundo patriarcal y machista de mujeres reducidas a la cocina y la cama. Nueve relatos cuya lectura deja la garganta tan seca como el bourbon destilado clandestinamente que les da título.

De paseo por los limbos

Anna Adell
De paseo por los limbos
Wunderkammer, 2022

"Transformar una frontera en limen o umbral es osado. 'Gentes de umbral' han existido siempre, y si aplicamos el epíteto al ámbito cognoscitivo, serían las personas que ponen en duda las 'murallas imaginarias' con las que cada época acota los límites de lo que es capaz de concebir".
 
 
Umbrales, regiones liminales, zonas intermedias, pasajes, fisuras, bordes,... Espacios físicos y mentales que están ahí para ser traspasados, casi siempre con la mayor velocidad posible, casi siempre inadvertidos, cuando no directamente evitados. Sin embargo Anna Adell se detiene en y transita por esos espacios transitorios, transicionales, muchas veces transidos, haciéndose acompañar de autoras (pocas, es una ena) como Jane Jacobs o Clarice Lispector y autores, directores e investigadores como Benjamin, Derrida, Kafka, Nabokov, Tarkovsky, Wenders...
 
"Nuestra intención -nos dice la autora- es visitar esas recámaras para comprobar que el embrujo de los umbrales, la experiencia de los estados intermedios, la comprensión del vacío como engendrador de mundos, la concepción no binaria de la realidad... no son conceptos exclusivos del pensamiento oriental".

Un libro que es, en sí mismo, un pasaje, un pasadizo, un fascinante paseo por la literatura, el cine, el ensayo, el arte, una invitación a convertirnos en flâneuses y flâneurs. Un libro para repensar la porosidad, los resquicios, las transiciones, los mientras tanto, las fronteras, tanto en su dimensión ominosa o siniestra como en su potencial generativo, transformador:
 
"Ante la evidencia de que sin límites no podemos vivir, lo más sensato sería mimarlos, transformar el límite en umbral como trataban de hacer los antiguos griegos y romanos irrigando metafóricamente sus territorios limítrofes, sus encrucijadas, a fin de apaciguar la violencia que late en ellos".

lunes, 24 de octubre de 2022

Vuelos verpertinos

Helen Macdonald
Vuelos vespertinos
Traducción de Cecilia Ceriani
Anagrama, 2021


"Estos son tiempos terribles para el medioambiente. Ahora más que nunca, necesitamos considerar, largo y tendido, nuestro modo de ver e interactuar con el mundo natural. Estamos viviendo la sexta gran extinción, esta vez causada por nosotros. Cada año que pasa, los paisajes que nos rodean están más vacíos y silenciosos. Necesitamos de las ciencias duras para determinar el índice y la escala de ese deterioro, para averiguar por qué se produce y qué estrategias poner en marcha para mitigarlo. Pero también necesitamos la literatura; necesitamos comunicar lo que significan esas pérdidas. [...] La literatura nos puede enseñar la textura cualitativa del mundo. Y necesitamos que lo haga. Necesitamos expresar el valor de las cosas para que así podamos ser muchos más los que luchemos por salvarlas".

 

En la línea de esas inmensas nature writers que son Rachel Carson, Anne DillardSue Hubbell o Terry Tempest Williams, Helen Macdonald ha escrito un libro maravilloso que nos invita a recorrer con ella la naturaleza más cercana, más cotidiana, acaso menos espectacular pero no por ello menos fascinante: la existencia aérea de los vencejos, la muy terrenal de los resistentes jabalíes, el vuelo nupcial de las hormigas negras elevadas sobre los edificios por las mismas corrientes térmicas que sostienen a las gaviotas que se alimentan glotonamente de las nubes de insectos, las veloces y asustadizas liebres entre los sembrados y los majestuosos cisnes en los canales, los acrobáticos estorninos y las mágicas luciérnagas...
 
El libro está compuesto por una cuarentena de textos breves, de entre cuatro y siete páginas, que podemos leer (y releer) sin necesidad de seguir ningún orden, dejándonos llevar por una escritura literariamente hermosa, que transita entre la mirada naturalista y la reflexión sociopolítica, entre la experiencia personal y la certitud científica.
 
"No todos nosotros necesitamos ascender a tales alturas (del mismo modo que muchos vencejos renuncian a los vuelos verpertinos orque deben ocuparse de las crías o de incubar los huevos), pero como comunidad, algunos sí que estamos obligados, por la prosperidad y el bienestar común, a analizar con detenimiento aquellas cosas que suelen verse eclipsadas por los quehaceres cotidianos. Las cosas que necesariamente debemos seguir o evitar a la hora de lograr nuestros objetivos. Las cosas que debemos tener en cuenta para saber qué hacer a continuación. Los vencejos son mi fábula de la comunidad, la que nos enseña cómo tomar las decisiones correctas cuando se avecina mal tiempo, cuando vemos acumularse nubarrones negros en el horizonte".
 
Sumergirnos en estos textos es un regalo precioso.