martes, 19 de diciembre de 2017

Otros caminos

Ya están disponibles los cuadernillos resultado del Seminario de reflexión promovido por ALBOAN entre febrero 2016 y febrero 2017, en el que un grupo de 20 personas de diferentes ámbitos (social, universitario, empresas y administración pública) hemos dialogado sobre procesos sociales de cambio que se están dando en la actualidad y de qué manera pueden contribuir a la transformación de la lógica económica generadora de injusticias y desigualdades.
Versión en castellano: https://www.alboan.org/es/multimedia/publicaciones/investigaciones

Lo alternativo: el futuro común deseable y posible

Versión en euskera: https://www.alboan.org/eu/multimedia/publicaciones/investigaciones

domingo, 17 de diciembre de 2017

¿Neutralidad en la red?

Fuente: http://kaosenlared.net/olvidarse-internet-tal-lo-conocimos-ya-no-sera-servicio-publico-libre-e-igual-acceso/ 

Mucho estaban tardando.

[1] Leo en EL DIARIO: "EEUU se prepara ya para un nuevo paradigma. La neutralidad de la Red ha perdido y las empresas han ganado. La manera de entender las comunicaciones y las nuevas relaciones que se establezcan entre usuarios y proveedores de Internet a partir de este jueves se darán en un marco injusto y viciado por el mercado, los poderes económicos y los intereses políticos". De nuevo paradigma nada: se llama capitalismo, y consiste en la mercantilización de todo lo que pueda transmutarse en beneficio económico privado. O, si se quiere rizar el rizo, se llama acumulación por desposesión. No es Trump, ni son los EE.UU.: es el capitalismo.

[2] Leo en EL MUNDO"En la Unión Europea, la neutralidad de la Red está garantizada por ley, lo que significa que el acceso a internet es un servicio público que no puede ser alterado en función de criterios empresariales". Pues ya podemos ir preparándonos. No será porque en la UE otros servicios públicos no hayan sido "alterados en función de criterios empresariales".
El artículo termina así: "la decisión es un golpe a la innovación en intenet y un intento de proteger a las viejas productoras de contenido - sobre todo en cine y televisión - y a las telefónicas, que han visto sus ingresos estancarse desde la transición del fijo al móvil, primero, y del móvil al smartphone, después. Es, así pues, una apuesta por 'la vieja economía'". Que no, que no es la vieja economía. Que es la economía de siempre, la de antes y la de ahora

[3] En 2011 se hacía público un manifiesto POR LOS DERECHOS CIVILES, LA UNIVERSALIDAD Y NEUTRALIDAD DE LA RED, en el que podemos leer lo siguiente: "La sanidad y la educación universal fueron las dos grandes conquistas sociales del siglo XX. Hoy, la incorporación de la tecnología es esencial para que esa universalidad sea efectiva". No creo posible equiparar salud y educación con acceso a internet, pero la referencia a la universalidad nos ofrece la clave para comprender lo que está ocurriendo. Que no es otra cosa que el desmantelamiento de cualquier principio universalista y su sustitución por criterios de individualización. Lectura muy recomendable: Martin McKee y David Stuckler, Cómo destruir el Estado de Bienestar, Viento Sur, 30/08/2014. Tan sólo sustituye "servicios sanitarios" o "educación" por "acceso a internet".

[4] El artículo de EL DIARIO al que me he referido más arriba termina así: "El Internet que conocemos ya no volverá a ser el mismo. Al menos siempre nos quedará ese magnífico texto de Martin Niemöller que empieza diciendo eso de "primero vinieron a por los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista..."
Bien traído lo de Niemöller, pero mal aplicado: 
  • primero vinieron a por los derechos laborales, pero como yo no estaba empleado (o era precaria/o, o creativa/o, o emprendedora/o); 
  • después vinieron a por la educación pública, pero como yo soy de la concertada;
  • luego vinieron a por la sanidad universal, pero como yo tengo seguro privado, o soy joven y tengo salud;
  • más tarde vinieron a por las pensiones, pero como la vejez me pilla muy lejos;
  • ahora han venido a por la red...
No dejaría de ser triste que sea sólo ahora, cuando el acceso a nuestras series favoritas se vea comprometido, cuando nos percatemos de lo que el capitalismo hace con todos los bienes socialmente producidos: privatizarlos. Pero algo es algo. Tal vez con la lucha por defender la neutralidad de la red sea posible fortalecer y extender otra lucha, más importante, por garantizar la efectiva universalidad de todos los derechos sociales. Desde la cuna hasta la tumba.