La portada de EL PAÍS recoge hoy dos noticias en principio muy alejadas entre sí, pero al final coincidentes en lo fundamental:
- Declaraciones del actor Denzel Washington durante la presentación en Madrid de su última película, Asalto al tren Pelham 123: "Nunca hay que utilizar el racismo como excusa".
- Discurso del presidente Barack Obama criticado con dureza el victimismo de la comunidad afroamericana cuando esgrime la discriminación y la desigualdad como causa del fracaso de muchos de sus miembros: "¡Basta de excusas! Nadie ha escrito el futuro por ti. Tu destino está en tus manos".
"Tenemos que decirle a nuestros hijos: sí, si eres afroamericano, las posibilidades de crecer entre la delincuencia y las bandas son mayores; sí, si vives en un barrio pobre, te enfrentarás a dificultades que algunos en los barrios residenciales ricos no tienen que sortear. Pero eso no son razones para tener malas notas, eso no son razones para faltar a clase o para abandonar los estudios. ¡Basta de excusas! Nadie ha escrito tu destino por ti. Tu destino está en tus manos. ¡No hay excusas! [...] Para los padres, no basta con mandar a nuestros hijos a la escuela y luego abandonarlos cuando llegan a casa. Tenemos que aceptar nuestras responsabilidades. Eso quiere decir dejar un rato el video juego y ayudar a tu hijo a hacer sus deberes. Leerles, protegerles y llevarlos a la cama a una hora razonable. ¡Dejen de decirle a sus hijos que, porque son de cierta raza, hay cosas que siempre les estarán limitadas¡ ¡Quiero que vean un horizonte ilimitado!".
En perfecta sintonía con su presidente, Denzel Washington dice que el racismo no es excusa a la hora de hacer su trabajo como actor, que de lo que se trata es de exigirse al máximo:
"Lo peligroso, al menos en la industria de Hollywood, es que se intente utilizar el racismo como excusa cuando uno no alcanza lo que quiere. El año en el que fui candidato a los Oscar por Malcolm X, y Al Pacino estaba nominado por Esencia de mujer. Para él era su séptima candidatura, yo ya había ganado uno. Entonces, ¿Al Pacino no había ganado nada porque era italo-americano? Si a mí me hubieran nominado siete veces y no me hubieran dado ningún Oscar alguien habría dicho que era por ser negro. Hay prejuicios y racismo en Hollywood pero como en todo tipo de trabajos. Hay que tener mucho cuidado con todo eso y no utilizar nunca el racismo como excusa".
Nada que objetar a estos llamamientos a asumir la responsabilidad personal, a esforzarse por desarrollar las capacidades da cada cual, a exigirse a uno mismo, a no escudarse en ninguna forma de victimismo.
Pero los condicionantes estructurales existen, y de qué manera. ¿O no?
Pensar sólo en términos de responsabilidades colectivas es una forma de obviar la imprescindible responsabilidad individual, alimentando así la irresponsabilidad victimista. Pensar sólo en términos de responsabilidades individuales es la forma de desconocer la imprescriptible responsabilidad colectiva, despreciando en consecuencia la necesaria solidaridad.