viernes, 17 de julio de 2009

Fans, blogueros y videojuegos

Tiene su interés el libro de Henry Jenkins cuyo título he usado para encabezar este comentario. Un interés desigual. El capítulo dedicado al fenómeno de las y los fans a mí no me dice nada, aunque supongo que si quien lee el libro es un seguidor de la saga Star Trek puede tener una opinión muy distinta.
En cualquier caso, el libro abunda en propuestas que invitan a la reflexión. Destaco una de ellas, referida a la posible relación que puede darse cada vez más entre los grandes medios de información y los blogueros:

"Imaginemos un mundo donde existen dos clases de poder mediático: uno procede de la concentración mediática, donde cualquier mensaje logra autoridad por el mero hecho de ser televisado; el otro proviene de los intermediarios populares, donde un mensaje consigue visibilidad sólo si una red difusa de públicos diversos lo considera relevante. La radio y la televisión introducirán los temas en la agenda nacional y definirán los valores fundamentales; los blogueros reformularán estos temas para diferentes públicos y garantizarán que todo el mundo pueda ser oído".

Personalmente discutiría el reparto de papeles que plantea Jenkins -la sociedad civil no puede renunciar a la función de agenda setting- y esa supuesta garantía universal de "ser oído". Pero su reflexión llama la atención, en mi opinión de manera muy atinada, sobre el imprescindible papel de esos que llama intermediarios populares. Jenkins presenta en este sentido algunos significativos ejemplos sacados de la época preblogosférica:

"Puede parecer extraño imaginar la comunidad e blogueros como una fuerza que condicionará el entorno informativo casi tan poderrosamente como los medios corporativos. Los libros de historia nos hablan de Samuel Morse, pero no de los miles de operadores que configuraban la circulación de los mensajes; nos hablan de El sentido común, de Thomas Paine, pero menos de los 'comités de correspondencia' mediante los cuales los ciudadanos copiaban y redistribuían cartas por las colonias; nos hablan de la publicación del éxito de ventas abolicionista La cabaña del tío Tom, de Harriet Beecher Stowe, pero no de los adolescentes que utilizaban imprentas de juguete para publicar boletines de difusión nacional que debatían los pros y contras de la esclavitud. En la práctica, la evolución de la mayoría de los medios de comunicación se ha visto influenciada por las interacciones entre la distribución del poder en los medios participativos populares y la concentración del poder de los medios corporativos y gubernamentales".
Que hay juego, vaya.

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