viernes, 4 de noviembre de 2022

Gizarte Saria 2022

Hace tres años la Junta Directiva de la Asociación Vasca de Sociología y Ciencia Política decidió promover entre sus asociadas y asociados una consulta para elegir a la persona o institución merecedora de un reconocimiento por su trayectoria en el campo de las ciencias sociales en Euskadi. El primero de estos premios, en el año 2020, fue para Xabier Aierdi y el segundo, el año pasado, para María Silvestre. En esta tercera edición las compañeras y compañeros de la Asociación han pensado en mí como destinatario del Gizarte Saría 2022.
 
Gracias al presidente de la Asociación, José Antonio Oleaga, por su cariñosa presentación.


Gracias a todas las amigas y amigos que asistieron al acto.


 
Y aquí comparto mi breve intervención.



martes, 1 de noviembre de 2022

Lectura recomendada en octubre (más o menos)

 

Sobre la utopía

Judith N. Shklar
Sobre la utopía
Traducción de Roberto Ramos Fontecoba 
Página Indómita, 2021

"Y es que, llegados a nuestros tiempos, la 'utopía' reresenta la esperanza política. ¿Deberíamos permitirnos pensar en un mundo mejor o más bien deberíamos abandonar la esperanza y aceptar tristemente las cosas como son? En términos menos deprimentes: ¿deberíamos esforzarnos por la transformación o bien conformarnos con una cautelosa mejora de las condiciones en las que vivimos?".


Seguramente la biografía de Judith N. Shklar no es ajena a su pensamiento liberal, reformista, prudencial, abiertamente enfrentado a la "megalomanía" de quienes aspiran a transformar totalmente la realidad social. Shklar nació en 1928 en Riga, Letonia, en el seno de una familia judía de cultura alemana. En 1934 Letonia fue anexionada por la fuerza a la URSS y en  junio de 1940 ocupada por la Alemania nazi, que practicamente exterminó a la población de origen judío del pequeño estado báltico. La familia Shklar pudo salir de Letonia antes de la ocupación nazi, instalándose en Canadá tras un largo y penoso periplo que los llevó a pasar por Japón y a ser internados en un campo para inmigrantes ilegales en Seattle.
 
Descubrí a Judith N. Shklar a través de su ensayo El liberalismo del miedo, en el que encontré interesantes paralelismos con la "socialdemocracia del miedo" que propuso Tony Judt en su imprescindible Algo va mal. Se trata de una de las muy escasas pensadoras, junto con la alemana Hannah Arendt y la francesa Chantal Delsol, referentes en el ámbito del pensamiento liberal, tan ocupado por varones como Alexis de Tocqueville, Isaiah Berlin, Karl Popper, Robert Bellah, Ralf Dahrendorf, Michael Oakeshott, Odo Marquard o Peter Berger. En cualquier caso todas ellas y todos ellos ofrecen reflexiones muy pertinentes también para el pensamiento de izquierdas. [Nota mental: recuperar el viejo proyecto de escribir un ensayo sobre autoras y autores e ideas liberales que toda persona de izquierdas debería conocer y apreciar]. 

En este libro, publicado originalmente en 1965, Shklar reflexiona sobre la aparente muerte de las utopías y del entusiasmo político que estas encarnaban, y sobre la nostalgia que tales utopías actuantes en el pasado provocan en el pensamiento radical. Que la autora se plantee esta reflexión solo tres años antes de la explosión de entusiasmo político y utopismo social que fue 1968 podría llevarnos a pensar que se trata de una obra meramente coyuntural, superada por la historia, pero no es así. Shklar ofrece sugerentes reflexiones sobre la diferencia entre las utopías clásicas como la de Moro, que no buscan activar ningún movimiento político, y las utopías políticas, sobre las contradicciones entre el socialismo utópico y el científico, sobre la nostalgia de la comunidad que late bajo el pensamiento utópico o sobre la relación existente entre la perpectiva utópica y la esperanza política. Y es en este punto cuando encontramos esa vigorosa mirada liberal, tan diferente del neoliberalismo rampante:
 
"No deseo unirme a ese coro bastante grande de quienes contemplan el pensamiento utópico como un enorme peligro. Desde la Revolución Francesa ha habido agoreros que ven el jacobinismo y la guillotina al final de toda teoría del progreso y todo viaje utópico. Cualquier reforma es inmediatamente tachada de utópica, destinada al fracaso y peligrosa en extremo. Toda mejora política está abocada a terminar en un gobierno despótico. La idea de progreso, o la esperanza de una constante mejora social o intelectual mediante la reforma política, o la búsqueda de la justicia y la equidad, todo ello es inútil en el mejor de los casos y tiránico en el peor. [...] Esta forma particular de acabar con la utopía, mediante el miedo a la esperanza y al cambio, hace que resulte realmente imposible el pensamiento político positivo. [...] Es posible que podamos arreglárnoslas sin utopía, pero no sin la energía política necesaria para pensar crítica y positivamente sobre el estado en que nos encontramos y cómo mejorarlo".

Es una gran noticia que, poco a poco, la obra de Judith N. Shklar esté siendo publicada en español. Merece mucho la pena acercarse a ella.

lunes, 31 de octubre de 2022

La felicidad del lobo

Paolo Cognetti
La felicidad del lobo
Traducción de César Palma
Penguin Random House, 2021

"Y esos sueños formaban parte del paisaje de Fontana Fredda tanto como los bosques barridos por el viento, los rimeros de troncos que se habían quedado sin vender, los torrentes secos del otoño, los corzos que salian a pastar en las pistas de esquí aún no cubiertas de nieve, las casitas sombrías y los arándanos marchitos y los alerces que empezaban a amarillear, los perros vagabundos de los pastores y la capa fina de hielo que se iba formando en las pilas de las fuentes. Fontana Fredda estaba hecha por igual de realidad y deseo. Y alrededor de Fontana Fredda la montaña existía, del todo indiferente a los sueños de esos seres humanos, y seguiría existiendo cuando se despertaran".

 
Tras el ensayo Sin llegar nunca a la cumbre, Cognetti regresa a la ficción con un libro que mantiene las características de su exitosa opera prima, Las ocho montañas: a) una historia sobre las relaciones humanas en un entorno natural en el que el paisaje es, más que un escenario, un personaje fundamental, b) escrita con un lenguaje sobrio y transparente, y c) con una trama que, pese a no ignorar los sinsabores de la existencia, acaba dejándonos una calida sensación, la de haber compartido las vidas de unas gentes esencialmente decentes.

En esta ocasión las vidas que compartimos gracias a Cognetti son las de Fausto y Silvia, la de Babette y la de Santorso, reunidas azarosamente en la pequeña localidad alpina de Fontana Fedda. Sus vidas -plenamente humanas, tan sencillas, tan familiares y, sin embargo, tan emocionantes- y sus sueños, esos que le resultan tan indiferentes a la montaña desde la que sueñan y a la que regresa, recuperando "un lejano recuerdo de aquellos lugares que había recibido en herencia", el lobo. 

Islas del abandono

Cal Flyn
Islas del abandono. La vida en los paisajes posthumanos 
Traducción de Lucía Barahona
Capitán Swing, 2022

"De nuevo se hace presente esta latencia de vida que flota a nuestro alrededor  en todo momento, invisible como el éter. Está en el aire que respiramos, en el agua que bebemos. Saboreadlo: cada inhalación, cada sorbo posee un gran potencial. En esta copa de nada, un microbio lo es todo. 
[...] Estas son historias de redención, no de restitución. Estos lugares nunca volverán a ser como eran antes, pero nos ofrecen un conocimiento de los procesos de reparación y adaptación, y, lo que es aún más valioso, esperanza, Nos recuerdan que, incluso en las circunstancias más desesperadas, no todo está perdido".


Cal Flyn es una joven periodista escocesa capaz de hacer con los espacios (post)naturales lo que las y los mejores referentes del "mejor oficio del mundo" (según García Márquez), como Oriana Fallaci o Ryszard Kapuściński, han hecho con las sociedades humanas: trascender las apariencias, abandonar los prejuicios, dejarse decir sobre el terreno y profundizar bajo la realidad más inmediatamente evidente.

Este es un libro sobre la capacidad de la naturaleza para reapropiarse de lugares que durante mucho tiempo estuvieron plenamente humanizados, espacios fuertemente artificializados, hostiles para la vida natural, tóxicos, incluso, que sin embargo han vuelto a asilvestrarse tras el abandono de los mismos por parte de los humanos y sus actividades. Lugares como la militarizada "tierra de nadie" entre las comunidades griega y turca que habitan la isla de Chipre, las granjas abandonadas en la Estonia vaciada, la zona de exclusión de Chernóbil, las hectáreas de terreno urbano deshabitado y degradado de Detroit (paradigma de la shrinking city o ciudad menguante), el bosque ensangrentado de Verdún, el instituto biológico-agrícola de Amani, en Tanzania, proyecto del imperialismo aleman de princios del siglo XX para introducir en África plantas y árboles procedentes de otros continentes... 
 
En todos estos lugares, como en otros muchos similares a ellos a lo largo y ancho del mundo, Cal Flyn identifica y analiza ejemplos de los llamados "ecosistemas emergentes", espacios gravemente dañados por la actividad humana que, tras el cese de esta, no vuelven a un estado previo supuestamente "puro" (esto es imposible, nuestra accción sobre ellos los ha transformado para siempre) pero se llenan de vida mestiza, donde algunas especies autóctonas vuelven a recuperarse poco a poco al tiempo que otras inmigrantes se adaptan al nuevo hábitat. Ejemplos o destellos, como dice la autora, "de la sorprendente capacidad de las especies para entenderse bien unas con otras, aunque no tuvieran que haberse conocido", encontrando "maneras novedosas de coexistir"

Pero esta sorprendente flexibilidad y resiliencia de los ecosistemas dañados por la acción humana no deberían, en ningún caso, servir como excusa para minusvalorar o despreciar el terrible coste de estas acciones. "Este libro se ha centrado en líneas generales en lo positivo: en la hierba que crece en las grietas de la acera", advierte la autora. "Pero sería negligente por mi parte no mirar de frente lo que es un secreto a voces: los cambios irreversibles y catastróficos a nivel global como resultado de la acción humana".

Entre la catástrofe y la posibilidad de redención, este es un libro que he leído con fruición. Somos ángeles caídos, henchidos de orgullo, ebrios de poder, víctimas de nuestra propia hibris. La lección que Cal Flyn nos comparte al finalizarlo es que, tal vez, encontremos la salvación no en la desmesura que nos lleva a compararnos con los dioses (otras cosa sería si nos dejáramos guiar por la diosa), sino en la moderación humilde de quienes nos reconocemos criaturas ecodependientes; no aspirar a "salvar" la naturaleza sino, sencillamente, dejarla en paz.