martes, 1 de noviembre de 2022

Sobre la utopía

Judith N. Shklar
Sobre la utopía
Traducción de Roberto Ramos Fontecoba 
Página Indómita, 2021

"Y es que, llegados a nuestros tiempos, la 'utopía' reresenta la esperanza política. ¿Deberíamos permitirnos pensar en un mundo mejor o más bien deberíamos abandonar la esperanza y aceptar tristemente las cosas como son? En términos menos deprimentes: ¿deberíamos esforzarnos por la transformación o bien conformarnos con una cautelosa mejora de las condiciones en las que vivimos?".


Seguramente la biografía de Judith N. Shklar no es ajena a su pensamiento liberal, reformista, prudencial, abiertamente enfrentado a la "megalomanía" de quienes aspiran a transformar totalmente la realidad social. Shklar nació en 1928 en Riga, Letonia, en el seno de una familia judía de cultura alemana. En 1934 Letonia fue anexionada por la fuerza a la URSS y en  junio de 1940 ocupada por la Alemania nazi, que practicamente exterminó a la población de origen judío del pequeño estado báltico. La familia Shklar pudo salir de Letonia antes de la ocupación nazi, instalándose en Canadá tras un largo y penoso periplo que los llevó a pasar por Japón y a ser internados en un campo para inmigrantes ilegales en Seattle.
 
Descubrí a Judith N. Shklar a través de su ensayo El liberalismo del miedo, en el que encontré interesantes paralelismos con la "socialdemocracia del miedo" que propuso Tony Judt en su imprescindible Algo va mal. Se trata de una de las muy escasas pensadoras, junto con la alemana Hannah Arendt y la francesa Chantal Delsol, referentes en el ámbito del pensamiento liberal, tan ocupado por varones como Alexis de Tocqueville, Isaiah Berlin, Karl Popper, Robert Bellah, Ralf Dahrendorf, Michael Oakeshott, Odo Marquard o Peter Berger. En cualquier caso todas ellas y todos ellos ofrecen reflexiones muy pertinentes también para el pensamiento de izquierdas. [Nota mental: recuperar el viejo proyecto de escribir un ensayo sobre autoras y autores e ideas liberales que toda persona de izquierdas debería conocer y apreciar]. 

En este libro, publicado originalmente en 1965, Shklar reflexiona sobre la aparente muerte de las utopías y del entusiasmo político que estas encarnaban, y sobre la nostalgia que tales utopías actuantes en el pasado provocan en el pensamiento radical. Que la autora se plantee esta reflexión solo tres años antes de la explosión de entusiasmo político y utopismo social que fue 1968 podría llevarnos a pensar que se trata de una obra meramente coyuntural, superada por la historia, pero no es así. Shklar ofrece sugerentes reflexiones sobre la diferencia entre las utopías clásicas como la de Moro, que no buscan activar ningún movimiento político, y las utopías políticas, sobre las contradicciones entre el socialismo utópico y el científico, sobre la nostalgia de la comunidad que late bajo el pensamiento utópico o sobre la relación existente entre la perpectiva utópica y la esperanza política. Y es en este punto cuando encontramos esa vigorosa mirada liberal, tan diferente del neoliberalismo rampante:
 
"No deseo unirme a ese coro bastante grande de quienes contemplan el pensamiento utópico como un enorme peligro. Desde la Revolución Francesa ha habido agoreros que ven el jacobinismo y la guillotina al final de toda teoría del progreso y todo viaje utópico. Cualquier reforma es inmediatamente tachada de utópica, destinada al fracaso y peligrosa en extremo. Toda mejora política está abocada a terminar en un gobierno despótico. La idea de progreso, o la esperanza de una constante mejora social o intelectual mediante la reforma política, o la búsqueda de la justicia y la equidad, todo ello es inútil en el mejor de los casos y tiránico en el peor. [...] Esta forma particular de acabar con la utopía, mediante el miedo a la esperanza y al cambio, hace que resulte realmente imposible el pensamiento político positivo. [...] Es posible que podamos arreglárnoslas sin utopía, pero no sin la energía política necesaria para pensar crítica y positivamente sobre el estado en que nos encontramos y cómo mejorarlo".

Es una gran noticia que, poco a poco, la obra de Judith N. Shklar esté siendo publicada en español. Merece mucho la pena acercarse a ella.

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