Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
sábado, 26 de diciembre de 2020
El lugar de los secretos
jueves, 24 de diciembre de 2020
Polvo y sombra
Sexta entrega de la serie protagonizada por Rocco Schiavone, el inclasificable subjefe de policía en la Brigada Móvil de Aosta, en los Alpes italianos. Indisciplinado, cínico, fumador de porros, permanentemente encabronado, siempre esgrimiendo su lista de "tocadas de cojones", grosero con algunos de sus subalternos, uña y carne con sus poco recomendables pero fidelísimos amigos de infancia, manchado por la sombra de la corrupción...
Pero todo esto queda compensado por la presencia espectral de su esposa, Marina ("Marina está ahí, sólo la entreveo de pie junto a la ventana, pero sé que está"), por la compañía de su perra, Loba, por su relación cuasipaternal con su vecino Gabriele ("estoy con un adolescente gordo, lleno de granos y con un montón de problemas, que escucha heavy metal, que va a catearlas todas y al que quieren expulsar porque le ha pegado a un capullo llamado Diego"). Aparece entonces otro Schiavone: herido, melancólico, sensible, comprometido hasta el final con las víctimas de la injusticia.
Desterrado de su amada Roma, aunque sigue viviendo su destino montañés y pueblerino como un penoso destierro, a estas alturas de su historia Schiavone ya empieza a adaptarse (¡salvo en renunciar a sus elegantes pero inútiles zapatos Clarks!) a la vida que le ha tocado en suerte: ya tiene un par de restaurantes apreciables cerca de su piso y ha iniciado una relación con la inspectora Caterina.
En esta sexta novela -que no debería abordarse sin haber leído antes, al menos, la primera entrega, y mejor alguna de las siguientes, para no perderse con las referencias a Enzo Baiocchi-, Schiavone investiga los asesinatos de una mujer transexual, Juana Pérez, cuyo cuerpo ha aparecido en las aguas del río Dora, y de un hombre degollado en una finca a las afueras de la ciudad en cuyo bolsillo lleva a puntado el móvil de Rocco.
Desde el primer momento la investigación le llevará a chocar con algunas personas influyentes de Aosta ("hay que cabrear a ese tipo de personas, porque es gente que ha vivido siempre entre algodones y es muy fácil hacerles far un paso en falso"), para acabar regresando a su pasado romano, donde el caso de Juana Pérez se estrellará contra la "Razón de Estado" y las luces que empezaban a brillar en la vida de Schiavone se convertirán en decepcionantes fuegos fatuos.
"Ya ajustaremos cuentas al final. A la derecha la columna con el signo más, a la izquierda la del signo menos, y en medio una enorme, vacía, con las intenciones y los remordimientos".
Sin ser el mejor de los personajes protagonistas del actual género negro (no es Gamache, ni Wallander, ni Hole, ni Montalbano), sí es de los buenos. Parte ya de mi familia literaria.
lunes, 21 de diciembre de 2020
Las ciudades evanescentes
"Los vecinos deberán decidir entre la memoria activa y la amnesia. Recordar quiénes fueron sus sostenedores, las personas que permanecieron en sus puestos de abastecimiento. Será necesario apostar por las tiendas de proximidad y por las librerías que sobrevivieron a los ataques del mercado financiero. Tras comprar mi primer libro pospandémico, uno de Benito Pérez Galdós, sentí ganas de bailar sobre la acera.
Los patrones de pisos turísticos que empobrecieron el alma de los barrios pedirán ayudas a las autoridades para seguir esquilmando. Los turistas tardarán meses o años en regresar, en moverse en masa seguidos de sus followers virtuales. Miles de pisos sin termitas castigarán el mercado. Podría ser la oportunidad de regularlo de otra manera. De un nuevo comienzo.
No emergemos de la Gran Pandemia como Europa de la segunda guerra mundial. Las ciudades, las infraestructuras y la industria están intactas. Solo es necesario descubrir las nuevas reglas, decidir las prioridades. ¿Soportará la gente un retorno a lo de siempre en manos de los de siempre? Espero que no. Si no, todos seremos culpables".
domingo, 20 de diciembre de 2020
Atxulaur Haitza, Urtutxe, Axkorrigan... y deambulando por Itxina
Nada más cruzar el ojo (8:55 h.) he girado a la derecha para trepar hasta Atxulaur Haitza (1.117 m.), primer buzón de la mañana (9:05 h.).