Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
sábado, 13 de junio de 2020
En el corazón del mar
viernes, 12 de junio de 2020
Sur y oeste
lunes, 8 de junio de 2020
Boaventura de Sousa santos
[I] Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale. Profesor de la Universidad de Coimbra y de la Universidad de Madison, Wisconsin, y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra.[1] Autor de una obra inmensa, tanto en amplitud como en contenidos, es uno de los impulsores más destacados del Foro Social Mundial.[2]
[II] Entre 2011 y 2016 dirige el proyecto ALICE – Espejos extraños, lecciones imprevistas: conduciendo a Europa a una nueva forma de compartir experiencias, inspirado en las fascinantes historias de Lewis Carroll, y que refleja a la perfección el objetivo esencial de la obra de BSS: invitarnos a traspasar el espejo de la realidad dominante para descubrir sus contradicciones y rastrear posibilidades de emancipación:
“ALICE es una metáfora de asombro y curiosidad frente a realidades, lógicas y racionalidades muy diferentes a las que estamos acostumbrados. Del asombro y la curiosidad surge la disponibilidad de relativizar la validez de las soluciones que se presentan como inevitables, descubrir la irracionalidad que se esconde detrás de tanta supuesta racionalidad y, con la vasta e infinitamente diversa experiencia del mundo, luchar por mejores soluciones y racionalidades más racionales”.[3]
[III] Esta es, pues, la clave que articula la obra de BSS: se trata de un pensamiento en transición paradigmática.[4] Es verdad que este es el escenario en el que nos coloca la ciencia social desde finales del siglo XX, con conceptualizaciones bien conocidas: modernidad tardía, modernidad reflexiva, posmodernidad, segunda modernidad, modernidad líquida… La gran diferencia con otras teorizaciones es que BSS se preocupa menos por poner nombre a este escenario que por situarse y situarnos radicalmente en tiempos de interregno, lo que exige abandonar seguridades y optar por la apuesta: “La apuesta es la única manera que tenemos de hacernos presentes en el futuro. De la misma manera que el ciego se guía por ruidos, voces, accidentes palpables, nosotros apostamos a partir de indicios, pistas, señales, emergencias, tendencias, latencias, con todo lo que todavía no es”.[5]
En este escenario de interregno, lo primero que hace BSS es sacudir nuestra razón indolente para afrontar una imprescindible transición epistemológica, a la búsqueda de un paradigma emergente que ha caracterizado como “un conocimiento prudente para una vida decente”.[6] De ahí han surgido sus propuestas de un saber descolonizado,[7] una epistemología del sur,[8] o un nuevo sentido común.[9]
Pero la fase en la que estamos es también de transición social, en la que conocemos y sufrimos las crisis del viejo paradigma dominante (capitalista, patriarcal, autoritario, excluyente…) sin que podamos dibujar aún una alternativa acabada. De ahí la centralidad en toda su obra de la imaginación utópica,[10] convertida en búsqueda honesta y comprometida de posibilidades inéditas. BSS construye, así, una sociología de las ausencias, que muestra que “lo que no existe es, de hecho, activamente producido como no existente, o sea, como una alternativa no creíble a lo que existe”, y una correlativa sociología de las emergencias, consistente en “sustituir el vacío del futuro […] por un futuro de posibilidades plurales y concretas”.[11]
[IV] Un futuro de posibilidades plurales y concretas, dice BSS. Termino esta presentación enfatizando estas dos dimensiones de su pensamiento, que considero esenciales para el tiempo que nos ha tocado vivir.
La primera, la pluralidad, que tan difícil es de asumir y sostener en el campo emancipatorio. BSS defiende la ecología de saberes (“la asunción de que todas las prácticas de relaciones entre los seres humanos, así como entre los seres humanos y la naturaleza, implican más de una forma de conocimiento y, por ello, de ignorancia”),[12] la traducción intercultural (“procedimiento que permite crear inteligibilidad recíproca entre las experiencias del mundo, tanto las disponibles como las posibles”),[13] la demodiversidad (“coexistencia de diferentes modelos y prácticas democráticas, diversidad de formas democráticas alternativas”),[14] para proponernos una ética y una política de la deliberación que nos permita entendernos:
“Más que una teoría común, lo que necesitamos en una teoría de la traducción que haga mutuamente inteligibles las luchas y permita a los actores colectivos ‘conversar’ sobre las opresiones a las que se resisten y las aspiraciones que los animan”.[15]
En esta propuesta de traducción llega incluso a incorporar a la conversación contrahegemónica a las teologías progresistas plurales, ya sean cristianas, islámicas u otras.[16]
Y junto con la pluralidad de perspectivas, saberes y estrategias, la concreción. En toda la obra de BSS encontramos un llamamiento empecinado a actuar, a traducir prácticas y a encontrarnos en la acción transformadora:
“En los últimos años, he venido defendiendo que no necesitamos alternativas al statu quo, sino más bien un pensamiento alternativo de alternativas. Si esto es verdad, debemos contemplar formas de superar las viejas distinciones entre reforma y revolución, o entre transformación social paradigmática y subparadigmática. Como muestran las protestas ocurridas entre 2011 y 2013, las luchas sociales se están volviendo más volátiles y menos estructuradas en cuanto a organización, objetivos y formas de lucha”.[17]
Se trata de descubrir e impulsar utopías concretas,[18] prácticas que permitan “ampliar el espectro de lo posible por medio de la experimentación”.[19] Ya que, como él dice: “Las luchas sociales, políticas y culturales, para ser creíbles y eficaces, tienen que trabarse a corto plazo, o sea, en el marco temporal con que cuenta una generación con capacidad y voluntad para trabarlas”.[20]
[2] BSS, Foro Social Mundial. Manual de uso, Icaria, 2005; BSS, “El Foro Social Mundial y la izquierda global”, El Viejo Topo, enero, 2008; BSS, “¿La reinvención del Foro Social Mundial?”, Público, 12 marzo 2018.
[3] https://alice.ces.uc.pt/dictionary/; BSS, De la mano de Alicia. Lo social y lo político en la postmodernidad, Ediciones Uniandes, 1998.
[4] BSS, Crítica de la razón indolente: contra el desperdicio de la experiencia, Desclée de Brouwer, 2003.
[5] BSS, Democracia al borde del caos. Ensayo contra la autoflagelación, Siglo XXI, 2014, 276.
[6] BSS, Crítica de la razón indolente, 14.
[7] BSS, Descolonizar el saber, reinventar el poder, Trilce, 2010.
[8] BSS, Una epistemología del Sur: la reinvención del conocimiento y la emancipación social, Siglo XXI, 2009; BSS y María Paula Meneses (eds.), Epistemologías del Sur (Perspectivas), Akal, 2014; BSS, Justicia entre saberes: Epistemologías del Sur contra el epistemicidio, Morata, 2017.
[9] BSS, Sociología jurídica crítica: para un nuevo sentido común en el derecho, Trotta, 2009; BSS, Crítica de la razón indolente, 59-132.
[10] BSS, Crítica de la razón indolente, 375-437; BSS, “Más allá de la imaginación política y la teoría crítica eurocéntricas”, Utopía y Praxis Latinoamericana, n° 86, 2019, 47-72.
[11] BSS, Descolonizar el saber, 22-24; BSS, El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura política, Trotta, 2005, 151-192.
[12] Una epistemología del Sur, 160-209; BSS, “Epistemologías del Sur”, Utopía y Praxis Latinoamericana, nº 54, 2011, 36,
[13] Justicia entre saberes, 263-288; “Epistemologías del Sur”, 37.
[14] BSS, Democracia al borde del caos, 265; BSS y J.M. Mendes (eds.), Demodiversidad. Imaginar nuevas posibilidades democráticas, Akal, 2017.
[15] Crítica de la razón indolente, 28.
[16] BSS, Si Dios fuese un activista de los derechos humanos, Trotta, 2014.
[17] BSS, Las bifurcaciones del orden. Revolución, ciudad, campo e indignación, Trotta, 2018, 265; BSS, Democracia y transformación social, Siglo XXI, 2017, 247-250; BSS, Izquierdas del mundo, ¡uníos! Icaria, 2018; BSS y A. Aguiló, Aprendizajes globales
Descolonizar, desmercantilizar y despatriarcalizar desde epistemologías del Sur, Icaria, 2019.
[18] BSS, Democracia al borde del caos, 308.
[19] BSS (coord.), Producir para vivir. Los caminos de la producción no capitalista, Fondo de Cultura Económica, 2011, 17; BSS, Democracia y transformación social, 178-185.
[20] BSS, Crítica de la razón indolente, 18.
domingo, 7 de junio de 2020
Capital e ideología
Capital e ideología
Traducción de Daniel Fuentes Castro
Ediciones Deusto (Editorial Planeta), 2019
Cuatro notas para recomendar la lectura de un libro monumental y complejo, un libro de economía, pero con mucha y buena sociología. Me limitaré a dar algunas pinceladas sobre su diagnóstico, pero el libro también contiene una propuesta de socialismo participativo para el siglo XXI.
[1] Todas las sociedades necesitan justificar sus desigualdades. No es suficiente la violencia para sostenerlas. Sin esta justificación, que debe aspirar a presentarse como razonable y legítima, el sistema social esará en permanente riesgo de derrumbe. Esta es la la función de la ideología, "un conjunto de ideas y de discursos a priori plausibles y que tienen la finalidad de describir el modo en que debería de estructurarse una sociedad, tanto en su dimensión social como económica y política".
- Entre 1900 y 1932 el tipo marginal máximo del impuesto sobre la renta (aplicable a las rentas más elevadas) en EEUU era el 23 %, el 30% en Reino Unido, el 18 % en Alemania y el 23 % en Francia.
- Entre 1932 y 1980, ascendió hasta el 81 % en EEUU, el 89 % en Reino Unido, el 58 % en Alemania y el 60 % en Francia.
- Pero entre 1980 y 2018 cayó hasta el 39 % en EEUU y el 46 % en Reino Unido, mientras que en Alemania se redujo hasta el 50 % y en Francia hasta el 57 %.