jueves, 4 de junio de 2020

El largo camino a casa

Louise Penny
El largo camino a casa
Traducción de Patricia Antón de Vez
Siruela, 2020

"Armand Gamache contempló el bosque, que mediado el verano se teñía de verde oscuro, y las ondulantes montañas que se perdían en la inmensidad, y luego bajó la mirada hacia el pueblecito en el fondo del valle, que parecía acurrucado en la palma de una mano antiquísima: un estigma en la campiña quebequesa, no tanto una herida como un portento".

Sexta entrega en castellano (décima de la serie original) de las historias protagonizadas por el inspector jefe Gamache, de la Sûreté de Quebec. Otro libro delicioso de Louise Penny, que ha conseguido crear un universo narrativo de características absolutamente propias, tanto por sus personajes y tramas como por su lenguaje literario.

Clara Marrow, la reconocida pintora vecina de la encantadora localidad de Three Pines (protagonista de pleno derecho de las novelas de Penny) y amiga de Gamache, está preocupada por no haber tenido noticias de su marido, Peter, también pintor: ambos decidieron separarse durante un año para intentar recomponer una relación dañada por los celos de Peter ante el éxito de Clara: "Se hicieron una promesa mutua. No habría contacto alguno en un año, pero en el primer aniversario de su marcha, Peter volvería y verían cómo andaban las cosas entre ellos". Pero ha pasado la fecha y este no ha dado señales de vida.

Tras los trágicos acontecimientos narrados en la entrega anterior, Un destello de luz, Gamache se ha retirado de la policía y solo aspira a disfrutar de la tranquilidad de Three Pines, del bistrot de Olivier y Gabri y de la compañía de sus amigas y amigos: "Armand había engordado un poco y eso estaba bien. Demostraba que Three Pines cumplía con su cometido: allí se estaba curando". Pero la petición de ayuda por parte de Clara hace que se vuelque en encontrar al esposo desaparecido.

Su búsqueda no le llevará a barrios peligrosos o a turbios clubs nocturnos, ni le enfrentará a peligrosas bandas criminales: no son estos los ambientes en los que transcurren las historias de Louise Penny. La investigación transcurrirá en entornos artísticos, entre escuelas de arte y galerías, entre galeristas, profesores y pintores, entre pinturas de Tom Thompson y Clarence Gagnon... Nada más alejado de los escenarios clásicos de la novela negra. Pero en las tramas de esta autora nada es lo que parece y hasta el lugar más inesperado y aparentemente pacífico (como el monasterio de clausura en Un bello misterio) guarda oscuros secretos.

"En el fondo, Clara Morrow sabía que había puesto algo en marcha, que había visto algo en la profundidad de aquellos ojos. O a lo mejor no lo había puesto en marcha, sino solamente lo había despertado. Armand Gamache había acudido allí a descansar, a recuperarse. Le había prometido paz. Y Clara sabía que acababa de romper esa promesa".

Como en otras obras de Penny, también en esta encontramos un relato de redención. Una maravilla. Eso sí, las novelas de Louise Penny hay que leerlas en el orden en que han sido publicadas para no perderse muchos y muy relevantes detalles, pues en cada trama hay aspectos que sólo se entienden si se han leído las novelas anteriores.

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