- Personas muertas por ETA y otras organizaciones: 829.
- Personas heridas por “incontrolados”, grupos fascistas, GAL, BVE y otros grupos parapoliciales: entre 324 y 339.
Son sólo aquellas personas que han sufrido físicamente el terrorismo y la violencia, pero más que suficientes para hacernos reflexionar sobre monstruosa anormalidad que hemos vivido en este pequeño país. No hemos salido moralmente indemnes de esta experiencia. Aún no nos damos cuenta plenamente, pero no hemos salido indemnes.
Hay quienes, torpemente, tiran de calculadora: "Ochocientos muertos los ha generado ETA, pero otros cuatrocientos no", proclama Pello Urizar, para a continuación racalar una vez más en el cenagoso y hediondo pantano de los "afectados de primer y segundo grado". Mentalidad de actuario de seguros, completamente inapropiada en este caso, que lógicamente provoca la misma reacción aritmética: ¿de dónde sacas esos 400 muertos?
Pello Mindegia perdió la visión en 1983 como consecuencia del impacto de un bote de humo: "No se trata de equiparar, sino de reconocer", afirma, con mucho mayor acierto. De eso se trata. De reconocer a todas las víctimas, no para equipararlas, pues tal equiparación no pretende otra cosa que totumrevolutumarlo todo para que todo sea parecido, para que todo sea igual, para que todo sea, al fin y al cabo, nada. Para jugar a empatar, en suma. Para manejar el sufrimiento al peso.
Frente a la mirada aritmética necesitamos una mirada ética y anamnética. Que no enfrente, aunque no sepa aún como fundirlos en un mismo espíritu, los sufrimientos diferentes.
1 comentario:
Hola Imanol. Los actos de la memoria han levantado ampollas, y al lehendakari se le criticado muchísimo. A mi me han removido aún más, en las dudas que tenía en estas últimas semanas. No creo que ninguna idea justifique la violencia. Yo no creo que aquí haya habido una guerra, ha habido una banda terrorista que ha querido imponer sus ideas por la violencia y un fuerzas de orden público que la ha perseguido, en ocasiones vulnerando las leyes.
Creo que la izquierda abertzale tiene que hacer una profunda autocrítica porque han justificado la violencia de ETA, en todas sus manifestaciones.Y no se pasa de justificar a rechazar, sin hacer un proceso, sobre todo de reconocer el daño causado. Pedir perdón o no, no sé si es obligatorio, si no te nace, es una farsa que acrecienta el dolor de la víctima. Yo estoy convencido que si el arrepentiemiento es sincero, es casi inevitable no volver a repetir los actos y tener algún gesto con la gente a la que has hecho daño.
En cuanto a las torturas, yo estoy convencido que las ha habido, y durante mucho tiempo prejuicios hacia las personas vascas. Que hubo un GAL, que se juzgó, aunque no tengo claro que sepamos toda la verdad y otras formaciones que emplearon la violencia para combatir la de ETA. Como ciudadano español,este comportamiento de las fuerzas de orden público me asquea, me duele, y quisiera que no hubiera pasado. Pero ha pasado, y creo que si lo negamos la convivenecia en este país, va a ser mucho más difícil.
Un abrazo
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