Gary Snyder
La práctica de lo salvaje
Traducción de Nacho Fernández R. y José Luis Regojo Borrás
Varasek Ediciones, 2016
Snyder se aproxima a la naturaleza salvaje no como si fuera algo ajeno o contrapuesto a la experiencia humana, sino como el elemento constitutivo de esta experiencia: "La naturaleza no es un sitio que se visita, es nuestro hogar".
Habitamos en biorregiones o naciones naturales "conformadas por cadenas de montañas, cursos de ríos, planicies y humedales". La construcción de Estados nacionales reemplazó las tradicionales fronteras bióticas (una cadena montañosa, un río), que eran a la vez límite y conexión entre comunidades humanas, por fronteras politicas arbitrarias. Como resultado,
"La población perdió erudición ecológica y solidaridad comunitaria. Según las antiguas costumbres, la flora, la fauna y los accidentes geográficos son parte de la cultura. El mundo de la cultura y de la naturaleza, siempre real, es hoy casi un mundo de sombras, y un mundo insustancial de soberanía política y economías enrarecidas pasa por ser real".
Leídas en un lugar donde "la Montaña" sigue siendo una referencia que define e identifica una forma específica de ser y de existir, estas reflexiones de Snyder se encarnan en personas, prácticas, conversaciones, con las que me encuentro cada día.
Snyder mezcla su experiencia en el medio natural con su conocimiento y práctica del budismo japonés, construyendo una ética y una espiritualidad ecológicas de gran profundidad:
"Una vida ética es considerada, y tiene buenas maneras y estilo. De todos los defectos morales y las imprfecciones de pensamiento, el peor es la mezquindad de pensamiento, que incluye la maldad en todas sus formas. La descortesía en el pensamiento o la acción hacia otros, o hacia la naturaleza, reduce la probabilidad de la convivenca y la comunicación entre especies, ambas esenciales para nuestra supervivencia física y espritual".
En el libro encontramos, además, sugerentes reflexiones en torno al procomún, a la experiencia de caminar, a la relación entre el pluralismo cosmopolita y la atención a lo local... Un libro-bosque, repleto de senderos por los que transitar y claros en los que detenerse.
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