El camino comienza junto a la iglesia y el cementerio de Vidrieros y asciende entre robles hasta que el valle se abre a los pies del collado del Tesoro.
Al llegar a un chozo muy bien conservado se abandona la pista para subir hasta el collado por las rampas herbosas. Un gran rebaño de ovejas pastaba en la zona, protegido por imponentes mastines con carlancas en el cuello.
La subida hasta el collado del tesoro se hace por sendero entre brezos. El "tesoro" estaba oculto entre la espesa niebla.
La niebla lo cubre todo, desde el collado hasta la cumbre.
Desde aquí tendría que verse la mole del Curavacas, como se aprecia en esta foto sacada hace tres años. Pero no hay manera...
Aunque he esperado un buen rato en la cumbre para ver si se despejaba, al final he bajado también entre niebla.
Peña Santa Lucía.
Zoom a Las Huelgas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario