miércoles, 6 de octubre de 2021

Dos mundos sin hombres: Matriarcadia y Afterland

Charlotte Perkins Gilman
Matriarcadia
Traducción de Celia Merino Redondo
Estudio preliminar de Ramón Cotarelo García
Akal, 2018

"-Aquí sólo hay mujeres y niñas -dijo Jeff con gran excitación.
-Pero parecen... bueno, este es un país civilizado -dije-. Tiene que haber hombres.
-Desde luego que hay hombres -dijo Terry-. Venga, vamos a buscarlos".


Charlotte Perkins Gilman (1860-1935) es una socióloga y escritora estadounidense, activista por la reforma social y pionera del feminismo. Una de tantísimas mujeres que sorprenden cuando, por alguna feliz casualidad, se cruzan en tu camino. Y así suele ser, cuestión de casualidad, ya que pese a su relevancia objetiva están excluidas de los planes de estudios en Sociología, una ciencia que sólo parece haber tenido "padres". Una pena y una vergüenza (de la que me autoinculpo, en lo que me toca).
Autora de ensayos que anticiparon lo que hoy conocemos como economía feminista -el prólogo de Cotarelo es una excelente presentación de la autora y de su obra-, Matriarcadia (1915) es un libro de ficción, una utopía luminosa que tiene más que ver con sus eutópicas antecesoras del siglo XIX que con las distopías que caracterizarán al siglo XX.

Tres estadounidenses embarcados en una expedición científica en un lugar indeterminado conocen la noticia de la existencia de "un misterioso y terrible País de la Mujer". Al imaginarse ese mundo de mujeres Jeff, "un alma cándida", piensa en un país abundante en "rosas y niños y canarios y perifollos y ese tipo de cosas"; Terry, machista y dominador, se imagina "una especie de lugar de vacaciones idealizado -nada más que chicas, chicas y chicas-" en el que actuaría como un conquistador irresistible. Por su parte, Van -sociólogo de formación- proyecta una sociedad matriarcal, primitiva, en la que los hombres viven dominados por las mujeres. En cualquier caso, los tres abandonan la expedición para buscar por su cuenta ese misterioso país, al que empezarán a llamar "Feminisia" o "Damalandia"

Cuando lo encuentren, todas sus convicciones (androcéntricas) se verán cuestionadas: una sociedad segura y civilizada ("[...] bueno, este es un país civilizado -dije-. Tiene que haber hombres"); unas mujeres fuertes, seguras de sí mismas ("Nos tratan... bueno, como se tratan  unas a otras. Es como si el hecho de que seamos hombres fuera un incidente menor"), cooperadoras ("Recuerdo cuánto se sublevaba Terry ante la evidente unanimidad de aquellas mujeres, el rasgo más visible de toda su cultura. 'Es imposible', insistía, 'las mujeres no pueden cooperar; es contrario a la naturaleza'").

Un mundo sin hombres, nacido de una rebelión violenta de un pequeño grupo de mujeres contra los hombres que las dominaban y de un "milagro" cuya consecuencia fue la partenogénesis, la capacidad de engendrar (siempre hijas) sin la participación de la célula sexual masculina: "¡Aquí tienen ustedes el nacimiento de Matiarcadia! Una familia y todas descendientes de una madre. Vivió hasta los cien años y alcanzó a ver el nacimiento de sus ciento veinticinco biznietas. Vivió como Reina-Sacerdotisa-Madre de todas y murió con un noble orgullo y una alegría mayor de la que quizá haya conocido jamás alma humana. Ella sola había fundado una raza nueva". Una nueva raza de seres humanos, sí, que "no sólo había eliminado algunos caracteres masculinos que, por supuesto, no nos interesaban, sino también mucho de lo que siempre habíamos pensado que era esencialmente femenino".

Referencias a la sostenibilidad y al veganismo (no tienen ganado: "Ocupaban demasiado espacio. necesitamos toda la tierra para alimentar a nuestro pueblo. El país es muy pequeño"), a una asentada conciencia ecológica ("Aquellas cuidadosas cultivadoras habían imaginado un plan perfecto para que el suelo se recuperara con lo que venía de él. Todas las sobras y desperdicios de sus comidas, los restos vegetales de la industria maderera o textil, todos los residuos sólidos del sistema de evacuación, debidamente tratados y mezclados. Todo lo que venía de la tierra volvía a ella"), a una religión centrada en "la Madre Tierra", orientada a la vida, fundamento de un mundo sin guerras, reyes, curas ni aristócratas, a una educación sin escolaridad...

Más allá de las peripecias de los tres visitantes de Matriarcadia, algunas no del todo bien resueltas (como el desenlace), me admira la capacidad de Charlotte Perkins Gilman para imaginar un mundo diferente del de su época, un mundo radicalmente antipatriarcal pero no por ello convertido en matriarcado; un mundo gilánico, recurriendo a la propuesta de Riane Eisler:

"Para describir la alternativa real a un sistema basado en el orden que pone a la mitad de la humanidad por encima de la otra, propongo el término nuevo gilania. Gi deriva de la raíz griega giní, que significa 'mujer'. An es una forma apocada de andros, u 'hombre'. La letra l entre ambos tiene un doble significado. En inglés, es el vínculo [linking, en inglés, que contiene el grafema l] entre las dos mitades de la humanidad en lugar de, como sucede en la androcracia, donde la relación es de rango. En griego, deriva del verbo líein o lio, que, a su vez, tiene un doble significado: 'solucionar' o 'resolver' (como en análisis) y 'disolver' o 'soltar' (como en catálisis). En este sentido, la letra l significa la resolución de nuestros problemas, que pasa porque las dos mitades de la humanidad se liberen de la rigidez embrutecedora y distorsionadora de roles impuestos por las jerarquías de dominación inherentes a los sistemas androcráticos" (Riane Eisler, El cáliz y la espada, Capitán Swing, 2021, traducción de Noelia González Barrancos).

¿Cuánta capacidad de imaginar otros futuros posibles hemos perdido al invisibilizar a autoras como Charlotte Perkins Gilman? 

*-*-*-*-*-*

Lauren Beukes
Afterland
Traducción de Pilar Ramírez Tello
RBA, 2021

"País de mujeres. Los únicos rastros de hombres son los homenajes conmemorativos que se encuentran por todas partes. Flores atadas a la base de postes; distintos murales, desde una tosca pintura de héroes de acción hasta un mar de hombres y niños caminando hacia una abertura entre las nubes de la que salen unos rayos de luz dorada que los llevan a casa; y, en un campo por el que pasaron, estatuas de cemento de hombres desnudos con las manos en alto, miles de ellos, como un ejército de jóvenes kuros o como los muertos  de ceniza de Pompeya, inmovilizados para siempre".


En esta novela es un virus el que ha exterminado a la práctica totalidad de la población masculina del mundo (en realidad, a toda persona con el cromosoma Y): el Virus Humano de Culgoa, una especie de gripe altamente contagiosa que acaba derivando en un agresivo cáncer de próstata, primero, y de huesos, después, y que a las mujeres solo afecta con mocos, toses y algo de fiebre. Algunos pocos hombres son inmunes al virus, lo que los convierte en imprescindibles para la reproducción (aquí no hay partenogénesis). Considerados "un recurso nacional para la seguridad del futuro", una "Ley de Protección Masculina" controla estrictamente la reproducción para combatir el virus ("reprohibición") y los mantiene custodiados en bases militares, tipificados como VC o "Varones Custodiados", acompañados de sus madres, reducidas a la condición de "Acompañantes" o de "Familiares Directas Supervivientes", FDS; pero su rareza los convierte también -bueno, a su semen o "jugo de paja"- en un producto valiosísimo, sumamente tentador para el mercado negro.

La protagonista de la novela, Cole, huye con su hijo Miles de uno de estos centros de internamiento haciéndolo pasar por una niña. En los tiempos del género como constructo, del mansplaining y de la valorización del cuidado y lo reproductivo ("Las culturas matriarcales parecen menos tensas, en general. [...] Desde que todos los hombres han desaparecido, no todos los sitios están peor. Algunos países están prosperando [...] y están surgiendo propuestas realmente fascinantes sobre economías alternativas"), madre e hijo protagonizan una original road movie recorriendo Estados Unidos perseguidas tanto por la autoridades como por un par de pistoleras a sueldo de una millonaria que aspira a hacerse con Miles. 

Original y entretenida.

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