domingo, 3 de octubre de 2021

El pez rojo que nada en el pecho

Gioconda Belli
El pez rojo que nada en el pecho
Visor, 2020 

"Escuchemos a las mujeres
sus pies danzan sobre la tierra
escuchémoslas
hagamos el silencio".


Pocos textos me han conmovido tanto como los poemas que componen este libro maravilloso. Los releo dejándome decir, sintiéndome tocado, interpelado. Voz de mujer poderosa, afirmativa ("Heme aquí otra vez/ acumulando fuerzas para no equivocar/ la puerta de los futuros posibles./ Heme aquí con la pregunta a cuestas/ y las perspectivas del abismo./ Heme aquí de nuevo/ haciendo decisiones de muerte"), sensual y amorosa ("Anoche/ en la cama de los dos/ sin decirte nada/ supe encontrar la eternidad de tu espalda/ medir la distancia de tu cercanía/ saber que te retendré con la tenacidad de mis dientes"), combativa ("¡Cantemos al estrógeno/ que no vencen las lágrimas,/ ni el cansancio./ Ya hemos plantado ancla/ sobre el territorio negado").

En estos poemas me parece descubrir la huella de aquella Lavinia protagonista de La mujer habitada (Txalaparta, 1990), la primera novela de Gioconda Belli. Treinta años después, hoy desde la poesía, ayer desde la prosa, la escritora managüense continua emocionándome con su particular mirada sobre la realidad y su forma de narrarla:

"Ella no ha dado batallas de lanzas. Ha batallado con su propio corazón hasta extenuarse; hasta ver su paisaje interior sacudida por cientos de volcanes; hasta ver nuevos ríos surgir, lagos, ciudades tenuemente dibujadas. Yo, habitante callada de su cuerpo, la veo dirigir construcciones, sólidos cimientos de su propia sustancia. Ahora está de pie e irremisiblemente avanza allí donde la sangre encontrará su quietud".

Poesía feminista, poesía universal, el poema "Consejos para la mujer fuerte" debería formar parte de la educación emocional y política de todas nosotras, de todos nosotros. Lo releo y entre sus líneas se me aparece el rostro que lo encarna: 

"Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.
[...]
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras".
 
https://giocondabelli.org/2017/09/25/consejos-para-la-mujer-fuerte/

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