domingo, 9 de mayo de 2010

Mari Paz Artolazabal, mila esker

Para quienes tienen dudas del potencial educativo del testimonio de las víctimas -su asombrosa mesura, su ausencia de odio o revanchismo, su capacidad para convertir la memoria en horizonte de futuro- pero desean contrastar honestamente esas dudas: lean y relean la entrevista con Mari Paz Artolazabal, viuda de José Luis López de la Calle, publicada el viernes por EL CORREO.


«Una labor fundamental de las familias es educar en el respeto al prójimo»

«Lo realmente duro es la vida cotidiana sin José Luis». La frase es de Mari Paz Artolazabal, viuda de López de Lacalle, el columnista del diario 'El Mundo' asesinado por ETA en Andoain hace diez años. Hoy será homenajeado en su localidad y mañana en otro acto en Palacio Miramar de San Sebastián. Como a muchas víctimas del terrorismo, Mari Paz intenta aprender a vivir con la pesada carga del dolor y los recuerdos de aquel 7 de mayo de 2000 en el que un pistolero le arrebató a su marido.

- ¿Cómo se encuentra estos días?
- Lo realmente duro es la vida cotidiana. Él está presente en todos y cada uno de los días. Los aniversarios suponen revivir todo aquello, pero fundamentalmente son la constatación de lo rápido que pasa el tiempo cuando sentimos aquel día tan cercano. Toda la familia nos apoyamos muchísimo para hacer la carga más llevadera.
- ¿Cómo ha sobrellevado el dolor durante todo este tiempo?
- Somos una familia muy unida. En mi caso, la fe me ha ayudado y me sigue ayudando mucho.
- ¿Cuáles han sido los peores momentos?
- El hecho de que ETA haya seguido asesinando hace que cada muerte te haga sentir de nuevo todo el horror sufrido, así como una íntima solidaridad que compartimos las víctimas del terrorismo. En un plano más privado, en las celebraciones familiares su ausencia es mucho más palpable.
- ¿Sigue reviviendo las imágenes y los momentos de aquel día?
- Sí, es inevitable, aunque con los años se intenta aprender a vivir con ello. Además, no me queda otro remedio que pasar cada día por el lugar del atentado. Fue en la puerta de nuestra casa.
- ¿Se ha sentido arropada por otras víctimas durante estos años?
-Por supuesto. Nadie puede comprender mejor nuestros sentimientos y las situaciones que vivimos que quien ha pasado por lo mismo.
- ¿Y por las instituciones?
- Por la tenacidad y el trabajo de muchas personas durante mucho tiempo, se ha logrado que hoy las instituciones consideren que las víctimas deben ser tenidas en cuenta. Se ha avanzado mucho. No tiene nada que ver con los tiempos en que se ocultaban las víctimas.
- ¿Ha sentido alguna ausencia?
- Alguna ausencia ha habido, pero hemos sentido muchos más apoyos.
- ¿Cómo se ha portado Andoain con usted y su familia?
- La mayoría del pueblo se ha portado estupendamente, arropándonos siempre. Es algo que no se olvida y se agradece de corazón.
- ¿Ha sufrido en su pueblo algún desaire a lo largo de estos años?
- Insisto, el comportamiento de la mayoría ha sido estupendo.
- ¿Qué es lo que más recuerda de José Luis?
- Su cariño, su bondad, su optimismo y su profundo sentido de la solidaridad.
- Hubiera aplaudido la llegada de un gobierno socialista a Euskadi.
- Por supuesto, cualquiera que lo conociera o que leyese sus artículos sabe que consideraba la alternancia en el gobierno algo fundamental para el futuro de este país. Su último artículo, publicado días antes de su asesinato se tituló 'El cambio necesario'.
- ¿Qué le diría al asesino de su marido si tuviera la oportunidad?
- Supongo que le diría cómo pudo asesinar a sangre fría a una persona que no conocía y por qué.
- ¿Siente odio?
- No, en absoluto.
- ¿Confía en los últimos pasos de la izquierda abertzale puedan llevar a Euskadi a ver el final del terrorismo de ETA?
- No lo sé. Lo que la izquierda abertzale debería hacer es pedir rotundamente a ETA que, de una vez, abandone las armas.
- ¿Cómo ve el Plan de Educación para la Paz?
-Me parece necesario. Educar en el más elemental respeto al prójimo es una labor fundamental de la familia en la que la escuela debe ser copartícipe activa.

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