Puedo equivocarme, aunque mi memoria me devuelve el recuerdo como un hecho indubitable. Se trata de un coloquio en la televisión vasca tras el atentado de Hipercor; José Antonio Osaba, histórico protagonista de la huelga de Bandas, visiblemente molesto con la aproximación fría, taxidérmica, que uno de los participantes, vinculado al mundo de la izquierda abertzale, mostraba hacia las víctimas, le espeta: ¿pero qué pasa, que se les cayó el techo encima?
Leo el punto 3 de la denominada “Declaración
del Dieciocho de Octubre” y detecto el mismo distanciamiento, la misma
operación de desvinculación. Se habla de un dolor que “nunca debió haberse
producido”, se dice que a nadie puede satisfacer que “todo aquello sucediera”
ni que “se hubiera prolongado tanto en el tiempo”. Pero ¿se hubiera prolongado
tanto en el tiempo de no haber sido por el apoyo y la justificación que la
izquierda abertzale dio a la violencia de ETA? ¿Y por qué se produjo “todo
aquello”, por qué sucedió lo que sucedió? ¿Fue la consecuencia lamentable (hoy)
pero explicable e inevitable (hasta hoy) de un enquistado conflicto histórico,
verdadera causa de todo ese dolor y sufrimiento padecido?
En las palabras pronunciadas por Otegi no echo en
falta términos como “perdón” o “condena”; lo que me gustaría es saber qué
piensa y dice de lo
que había antes de la violencia: esa mentalidad totalitaria que limitaba la
identidad vasca a una sola forma de ser, esa incapacidad para admitir de y
gozar con la pluralidad constitutiva de nuestra sociedad, esa abstracción de la
persona humana real para reducirla a etiqueta, a función, a caricatura…
Tal vez se buscaba la solemnidad, pero el estilo
declarativo tiene el riesgo de caer en el terreno de lo impostado. Ocurre como
con las disculpas por twitter: no hay duda de que se gana en rapidez, pero se
pierde en profundidad. Un poco como dar el pésame en el funeral de una persona
con la que no hemos tenido mucha relación. Y esto es lo más doloroso de todo:
que entre las víctimas del terrorismo y la izquierda independentista vasca sí
había relación. No se les cayó el techo encima.
4 comentarios:
Enhorabuena por esta reflexión Imanol!!! Bejondeizula!!!
Tan sencillo y tan claro como eso.
Lo suscribo. No se cayó el techo ni hubo un fenómeno atmosférico adverso.
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