Uno se apoya en la mochila. Porque en el momento en que nos quitamos el peso de nuestros hombros no sabemos enderezarnos enseguida; ¡pues resulta que era el peso lo que antes nos daba seguridad y equilibrio! [George Simmel]
sábado, 5 de julio de 2014
Cuando la precariedad era revolucionaria
Hubo un tiempo en que la precariedad laboral podía existir asociada a una visión radical del mundo. Esto es lo que nos recuerda la historia de Boxcar Bertha, escrita por Ben Reitman y publicada por la editorial Pepitas de Calabaza. Como se indica en el prólogo, el libro "describe una forma de vida, la 'hobohemia', que ya casi no existe desde entonces, o lo que es peor, que ya ni siquiera tiene la posibilidad de existir, cuando menos en el mundo occidental, donde de nuevo se impone una represión generalizada de la pobreza".
Aunque presentado como si de una autobiografía se tratara, en realidad se trata de un libro de ficción, aunque cabría decir que la obra de Reitman consigue construir un preciso retrato del mundo del hobo, ese trabajador temporero, itinerante, que utilizando muchas veces los trenes de mercancías como medio de transporte se desplazaban por Estados Unidos, unas veces para trabajar, otras para participar en diversos actos de protesta política.
Fuente: The Spokesman-Review
Porque lo cierto es que los hobos, a diferencia de los simples vagabundos, alcanzaron un alto grado de politización gracias a su relación con la organización de inspiración anarquista Industrial Workers of the World, los conocidos como wooblies. Impulsores de una poderosa cultura alternativa, escuchar sus canciones nos remite a otros tiempos, es verdad, pero que tal vez no pertenezcan al pasado sino al futuro.
El libro de Reitman nos introduce en esa cultura radical, en las relaciones establecidas entre la vida errabunda de unos hombres y mujeres (en el caso de Boxcar Bertha, es precisamente una mujer la que nos guía) que se negaban a integrarse en la lógica salarial y la reivindicación de un movimiento obrero activo empeñado en transformar el mundo.
(Boxcar Bertha, llevada al cine por Martin Scorsese en 1972)
Hoy en día, cuando el precariado se está convirtiendo en la nueva clase peligrosa, merece la pena echar la vista atrás, recordar que de la precariedad laboral puede surgir energía transformadora si se transforma en solidaridad, siguiendo el lema de los IWW: "una ofensa a uno es un ataque a todos".
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