martes, 9 de febrero de 2010

A propósito del burka

Jean Daniel reflexiona hoy en EL PAÍS sobre el significado del burka. "La cuestión -concluye- no es el velo, sino su significación. Como puede verse en los cuadros de los maestros holandeses e italianos, no hay nada más hermoso que un velo adornando un rostro. Pero entre la tumba itinerante de esas desconocidas y el velo que realzaba la belleza de Benazir Bhutto media el abismo que separa el secreto de las tinieblas y la generosidad de la luz". A pesar de esta posición crítica, Daniel no comparte la prohibición de su uso: "Personalmente, aunque estimo que la sociedad francesa debe expresar claramente su repulsa, tiendo a pensar que la promulgación de una ley destinada a unos cientos de mujeres sería contraproducente".




Una posición parecida es defendida por Sandeep Gopalan el 28 de enero en The New York Times. Gopalan advierte de la ironía que supone pretender combatir la represión que supondría el burka con una prohibición cuyas consecuencias recaen sobre las víctimas, las mujeres. Frente a la prohibición, defiende medidas educativas y una auténtica política de igualdad de oportunidades para que la propia comunidad musulmana descarte voluntariamente esta vestimenta.

2 comentarios:

tcem dijo...

Es curioso como todos asumimos con naturalidad que los bienes tangibles deben estar protegidos por una ley. Nunca escuché a nadie decir que no hay que encarcelar a alguien por robar, sino que se deben tomar medidas de carácter educativo.
Sin embargo, cuando se habla de derechos que afectan fundamentalmente a mujeres, parece haber un cierto rechazo a la 'imposición' de medidas.
Por supuesto que creo que la educación es la base y que es la única forma de que interioricemos conceptos como democracia, igualdad o respeto. Pero lo cierto es que, mientras tanto, de alguna forma habrá que proteger a quienes sufren los abusos o las discriminaciones. Yo soy clara defensora del respeto a otras formas de pensar, pero no cuando estas están basadas en la creencia de que alguien puede estar por encima de otro y puede ejercer poder, control y dominio. El burka es un símbolo de sumisión y dominio y creo que un país democrático no puede permitir que parte de su población esté sometida mientras la educación cambia la mentalidad de su ciudadanía.

Imanol dijo...

Buenas noches elisa s.
Entiendo tu reacción, aunque no la comparto plenamente.
El problema con la prohibición del burka es que se corre el riego cierto de que las únicas personas afecrtadas por la misma sean las mujeres. Para entendernos: en el peor de los casos, estarán obligadas a llevar el burka en casa, y obligadas a no llevarlo en la calle.
Por supuesto, comparto contigo -al margen de este caso cncreto- que las violaciones de derechos fundamentales no se combaten solo ni preferentemente con la educación, que también, sino con la ley.
Un saludo cordial.