Es decir, algunas pensadas a propósito de las elecciones europeas.
(1) La primera surge a la vista de los mapas presentados en su edición de hoy por PÚBLICO. Mirados de izquierda a derecha, se corresponden con los resultados en las elecciones de 2009 y 2004, respectivamente. Cambian los porcentajes pero no la alineación ideológica de los territorios. ¿Indicador de que en estas elecciones se ha jugado exclusivamente a fidelizar el electorado propio?
(2) No es esa la foto a escala europea. El color político de Europa se ha corrido del rojo al azul y los partidos progresistas se han visto superados por los conservadores (respecto a 2004) en Estonia, Chipre, Bulgaria, Finlandia, España, Holanda, Hungría, Portugal o Reino Unido. Es triste, pero es así: la crisis ha pasado factura a la izquierda y no a la derecha.
(3) La autodenominada izquierda anticapitalista ha obtenido unos magros resultados, puramente testimoniales. Otras izquierdas (ecologistas en diversos países, IU en España; y por supuesto los denostados "socialdemócratas") han obtenido muchísimo más respaldo. ¿Aprenderán a sumar, aunque sea desde la crítica, o seguirán restando para regocijo de la derecha?
(4) Y una miradita local: a Euskadi. El PSE (200.249 VOTOS) casi alcanza a un PNV que pierde 40.000 sufragios y desciende hasta los 207.040 votos.
¿ Y los 115.000 votos del nacionalismo radical, travestido de iniciativa internacionalista? Está claro que la heredera de la actual izquierda abertzale sometida a ETA va a ser la misma izquierda abertzale emancipada de ETA. Aralar no es más que una estación de paso, una sala de estar, en tanto esa emancipación no se produzca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario