viernes, 26 de diciembre de 2025

Volver a casa

Chris Offutt
Volver a casa
Traducción de Javier Lucini
Sajalín, 2025

"El aire primaveral retenía tanto el calor del día como el frío en retirada del invierno. Me encantaba el cielo de las primeras horas de la noche, la dispersión de estrellas hacia el este, una sección oscura de nubosidad al oeste, la luma llena casi pegada a la línea del horizonte. un coche aceleró con el cartel de una pizzería a domicilio atornillado al techo. Oí ladrar a un perro, al momento le respondió un aullido. El vecindario era sobre todo familiar, gente joven recién salida del hogar paterno. Nuestra casa tenía ciento sesenta años, era de ladrillo rojo, con ventanas de vanos profundos y la instalación de radiadores original, una casa de valor histórico. La gente envidiaba nuestra vida, admiraba las flores de mi mujer y mis piedras, lo bien que nos llevábamos. Éramos invitados habituales en las barbacoas de los vecinos. Carol decía que nos consideraban una pareja ideal.
De pronto deseé poner tierra de por medio, marcharme lo más lejos posible de Covington, de mi trabajo y de mi mujer".


Offutt no defrauda. En esta ocasión nos regala once relatos ambientados en su mayoría en el ámbito rural de Kentucky y los Apalaches, que es el territorio offuttiano por excelencia, en los que explora un universo marcado por la herencia familiar, la pobreza estructural, la violencia latente y la dificultad, cuando no la imposibilidad, de escapar del lugar de origen. El título del volumen, así como el del relato que le da nombre, resume con precisión el núcleo del libro: regresar no implica reconciliación, sino enfrentamiento con un pasado que persiste.

Offutt se inscribe en la tradición del realismo norteamericano, pero evita tanto la idealización nostálgica del mundo rural como la denuncia explícita. Su mirada es seca, contenida y profundamente empática. Los personajes son individuos concretos, definidos por gestos mínimos y decisiones aparentemente insignificantes que, sin embargo, determinan su destino. Su estilo preciso, económico, sin ornamentos, refuerza una ética narrativa basada en la observación y el silencio: lo que no se dice resulta tan significativo como lo que se enuncia.

Volver a casa es un libro de relatos sólido y consistente, que confirma a Chris Offutt como una de las voces más rigurosas de la ficción contemporánea estadounidense. Sin recurrir al sentimentalismo ni a la denuncia explícita, el autor construye un universo narrativo donde la pertenencia es problemática, la familia es herencia y carga, y el hogar rara vez ofrece consuelo. Leído como conjunto, el libro propone una visión del hogar no como refugio, sino como carga heredada; de la familia como vínculo ineludible; y de la identidad como algo que se arrastra, más que algo que se elige. 

"Puso rumbo al oeste, rodando sobre el filo perpetuo de su propia sombra, proyectada por el sol naciente. Había quemado la mitad de su vida y pretendía que lo que le restaba fuese distinto. De primeras, en el momento de tomarlas, todas sus decisiones le parecían acertadísimas, pero al final le resultaban siempre catastróficas. Se preguntó si acabaría arrepintiéndose de dejar a su marido. Quizá su capacidad para aceptarla de manera incondicional le resultaba tan marciana que se había rebelado contra ella, marchándose. Esperaba que no fuese una cosa tan simple. Porque parecía una chiquillada. A lo mejor todo el mundo tenía razón y lo que tenía que hacer, para madurar y ser una mujer responsable, era quedarse preñada. Pero ella no quería un bebé. Ni siquiera quería una mascota. Lo único que de verdad quería era un poco de agua y una aspirina. Ya tenía todo lo que necesitaba".

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