No es indiferencia: Sobre los silencios políticos
Traducción de Micaela van Muylem
Katz, 2025
Traducción de Micaela van Muylem
Katz, 2025
"Incorporar silencios también es incorporar tiempo para pensar y para volver sobre la conformación de un criterio, para darle espacio al otro. En la toma de decisiones políticas, por ejemplo, se puede pensar en correr la atención desde el momento hacia los procesos. Es decir: en lugar de llevar adelante un debate con un determinado resultado final, también puede llevarse a cabo una serie de debates y postergar la votación. El tiempo que se genera así brinda la oportunidad de guardar silencio. Durante los debates pueden incluirse tiempos de escucha o tiempos de silencio.
Asimismo, es importante pensar en nuevas prácticas de silencio. A veces compartimos momentos de silencio, por ejemplo, durante conmemoraciones. [...] Guardar silencio juntos puede ser la base para nuevos rituales".
En un mundo donde el ruido -mediático, ideológico, de opinión, ¡físico!- es constante, el silencio parece sospechoso o, literalmente, mudo, carente de cualquier significado positivo. Eva Meijer, filósofa, artista y escritora neerlandesa, propone en este ensayo una relectura radical del silencio político, concebido como un lenguaje que no se pronuncia, pero que sin embargo actúa.
Lejos de tratar el silencio como mera pasividad, la autora lo presenta como una práctica cargada de sentido, una forma de presencia densa, compleja y, en ciertos contextos, profundamente disruptiva. ¿Cuándo y cómo puede el silencio ser una estrategia de resistencia? ¿Cuándo una forma de duelo colectivo? ¿Y cuándo se convierte en cómplice de la opresión? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan el ensayo, escrito con la precisión filosófica de quien sabe que cada palabra y cada omisión importan.
Una de las aportaciones más estimulantes del texto es su crítica al imperativo de la visibilidad y audibilidad constantes: hablar, opinar, emitir. En una cultura saturada de apariciones y declaraciones, Eva Meijer sugiere que callar también puede ser una forma de hacer, quizás incluso de hacer más. Un callar libremente escogido, por supuesto, no un acallamiento o silenciamiento impuesto, que ella denomina "silencing". En esta línea, el ensayo dialoga con pensadoras como Audre Lorde o Gayati Chaktavorty Spivak, pero sin caer en un aparato teórico excesivo; el ensayo, breve, es accesible y a la vez filosóficamente afilado. En lugar de respuestas definitivas (y silenciadoras) ofrece marcos para pensar, desestabiliza certezas y nos recuerda que la política no solo se juega en el discurso explícito, sino también en los intersticios, en los silencios que el poder ignora, teme o censura.
Lejos de tratar el silencio como mera pasividad, la autora lo presenta como una práctica cargada de sentido, una forma de presencia densa, compleja y, en ciertos contextos, profundamente disruptiva. ¿Cuándo y cómo puede el silencio ser una estrategia de resistencia? ¿Cuándo una forma de duelo colectivo? ¿Y cuándo se convierte en cómplice de la opresión? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan el ensayo, escrito con la precisión filosófica de quien sabe que cada palabra y cada omisión importan.
Una de las aportaciones más estimulantes del texto es su crítica al imperativo de la visibilidad y audibilidad constantes: hablar, opinar, emitir. En una cultura saturada de apariciones y declaraciones, Eva Meijer sugiere que callar también puede ser una forma de hacer, quizás incluso de hacer más. Un callar libremente escogido, por supuesto, no un acallamiento o silenciamiento impuesto, que ella denomina "silencing". En esta línea, el ensayo dialoga con pensadoras como Audre Lorde o Gayati Chaktavorty Spivak, pero sin caer en un aparato teórico excesivo; el ensayo, breve, es accesible y a la vez filosóficamente afilado. En lugar de respuestas definitivas (y silenciadoras) ofrece marcos para pensar, desestabiliza certezas y nos recuerda que la política no solo se juega en el discurso explícito, sino también en los intersticios, en los silencios que el poder ignora, teme o censura.
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