martes, 27 de diciembre de 2022

Senderos

Torbjørn Ekelund
Senderos. El deseo de viajar a pie
Traducción de Bente Teigen y Mónica Sainz
Volcano, 2020

"[E]stoy seguro de una cosa: yo voy a caminar hasta que ya no sea capaz. Luego permaneceré sentado  en una silla pensando en la época en que caminaba. Cerraré los ojos y sentiré el traslado del peso de una pierna a la otra, la manera en que el pie aterriza sobre el talón y rueda hacia delante, cómo los dedos de los pies toman impulso desde el mismo instante en que el otro pie toma tierra, los brazos creando impulso, desplazándose en dirección contraria a las piernas, el brazo izquierdo hacia delante, el pie derecho hacia atrás, la musculatura de los muslos y las pantorrillas empujando el cuerpo hacia delante, la columna recta, la cabeza erguida, la mirada al frente".


En este blog el caminar y los senderos son algo muy muy serio. Este es un blog mochilero. Me encanta caminar y me encanta leer sobre la actividad de caminar y sobre los caminos. 
 
Este libro se suma a otros muchos que ya han aparecido por aquí, como Elogio del caminar (David Le Breton, Siruela 2011), El arte de pasear (Karl Gottlob Schelle, Díaz y Pons Editores 2013), Wanderlust. Una historia del caminar (Rebecca Solnit, Capitán Swing 2015), Cansasuelos (Ander Izagirre, Libros del K.O. 2015), Las viejas sendas (Robert Macfarlane, Pre-Textos 2017), En los senderos (Robert Moor, Capitán Swing 2018), La montaña viva (Nan Shepherd, Errata Naturae 2019) o La vocación de perderse (Franco Michieli, Siruela 2021). 
 
Ekelund se convirtió en caminante tras ser diagnosticado de epilepsia y, como consecuencia, verse obligado a renunciar a conducir. A partir de entonces recorrerá viejos senderos olvidados, recuperará senderos de su infancia, emprenderá travesías por zonas despobladas pero también deambulará por las calles de su ciudad como un flâneur. Convertirse en "una persona que iba a pie" transformó no solo su manera de desplazarse sino su vida entera: su conciencia corporal, su relación con el entorno, su percepción del paisaje. Sobre todo esto reflexiona en este libro-sendero, hermoso e invitador.

"El sendero es la metáfora perfecta. Alberga todos los sentimientos y añoranzas del mundo. Duda y fe, nacimiento y muerte, reflexiones, esperanza, el camino a la salvación, el camino a la perdición, el camino hacia lo desconocido, el viaje de principio a fin. El sendero configura la vida misma, al menos la vida tal y como se desarrolla en el contexto de nuestra herencia cristiana, en la que la vida es un viaje desde el nacimiento hasta la muerte, del mismo modo que la historia de la humanidad es un viaje desde el génesis hasta el apocalipsis".





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