La biodiversidad no sólo provee al hombre de materias primas en forma de recursos, "también disminuye el impacto de catástrofes naturales, aporta aire limpio y promueve la polinización de las plantas", explicó la directora adjunta de Medio Ambiente de la OCDE, Helen Mountford. Son servicios que la naturaleza ofrece y que, si se sigue destruyendo, antes o después hará falta una inversión mayor para obtenerlos artificialmente [PÚBLICO].
Es lo que propone el estudio The Economics of Ecosystems and Biodiversity (TEEB), La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad).
Escribió Antonio Machado que todo necio confunde valor y precio. Estoy totalmente de acuerdo.
Pero tal vez poner precio a la naturaleza, monetarizar el coste de la destrucción de los ecosistemas, sea la única manera de empezar a romper con la suicida cultura de las externalidades.
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