Ayer, en Gernika, yo me alegré enormemente de poder saludar personalmente y estrechar la mano de uno de esos representantes de las Fuerzas de Seguridad.
¿Comprenderán algún día los nacionalistas vascos que son precisamente esos que tan despreciativamente relacionan con el franquismo quienes, junto con la Ertzaintza, hacen posible que los no nacionalistas podamos hacer política en este país, si no en libertad, sí al menos con una mínima seguridad?
Su presencia en Gernika simbolizaba para muchísimos vascos justamente lo contrario de lo que el PNV ha querido, torticeramente, transmitir: no la opresión, sino la libertad; no la imposición, sino la posibilidad de expresar las ideas y opiniones de cada cual.
Su falta de sensibilidad resulta estremecedora.
1 comentario:
Bravo Imanol. No puedo entender cómo alguien prefiera que los "uniformes" se quedan "fuera" de las instituciones democráticas cuando precisamente lo que tienen que ser es una expresión de ellas.
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