Esta mañana parecía que el otoño había adelantado su entrada. La montaña estaba como amodorrada, adormecida, sin acabar de salir de entre sus sábanas de niebla. He recorrido el valle de Miranda hasta el Alto del mismo nombre y desde aquí he subido al Cotolorno, para volver a la entrada del valle por el Puerto de los Llanos. Una travesía preciosa, que ya he compartido en otras ocasiones.
Cotolorno desde el Alto de Miranda.
He visto un rebeco en el valle de Miranda, creo que es la primera vez que veo a esta especie por aquí. Y algunos grandes venados.
1 comentario:
Buena opción para celebrar el día de la fiesta. Me encanta la ruta que has hecho
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