Practicamente se me han acabado los montes que puedo hacer en esta fase de confinamiento. Perdón, Erri, quería decir
subir (
"Para las montañas que suba, le dije que evitara el verbo hacer. No hay que decir: 'Ya tengo hechas ésas'. De hacerlas ya se ha encargado el mundo" - Erri de Luca,
Imposible, traducción de Carlos Gunpert, Seix Barral, 2020). Me refiero a cimas que no haya subido todavía este año. Bueno, me queda alguna en la zona entre Arraiz y Gangoiti, pero poca cosa.
A principios de año me apunté en mi club de montaña, el Goikomendi, para participar un nuevo concurso consistente en sumar 100.000 metros de altitud ascendiendo a cumbres distintas, estando permitido marcar hasta cuatro cumbres cada jornada. No es un objetivo excesivamente exigente, pero me ha animado a encadenar cumbres y conocer montes a los que nunca se me había ocurrido subir.
Así que desde principios de enero estoy recogiendo en una libreta que siempre llevo en la mochila las cimas a las que voy subiendo y sumando su altitud. Volví del verano con 140.000 metros y comentándolo en el club nos planteamos intentar llegar o acercarnos a los 200.000 metros al final del año, pero el nuevo confinamiento me va a impedir desplazarme hasta aquellas zonas que, por la altura de sus cumbres, me permitirían lograrlo (sierra de Aizkorri, sierra de la Sía, sierra de Urkilla, sierra de Arkamu, Alto Carrión...). Otro año será.
De manera que esta mañana he repetido montes. Concretamente he pasado por los buzones de Zamaia, Gongeda, Ganekogorta, Arrabatxu y Pagero. Bien a gusto. El único problema es la cantidad de gente que había por todos los sitios, sobre todo cuando ya bajaba. Auténticos rebaños.
Amanece por la zona del Pagasarri.
Mina Antón, en Zamaia.
Buzón de Zamaia (616 m.). Al fondo, el tripudo Ganekogorta.
Gongeda, desde Zamaia. En la cumbre se aprecian unas motitas blancas. Se trata de un hermoso rebaño de ovejas que, como se puede comprobar, no se han sobresaltado en absoluto al verme llegar.
Lo dicho: hoy había auténticos rebaños por el monte. Estos de ovejas. Me he sentido como Babe, el montañerito valiente.
Gongeda (668 m.).
Subiendo hacia el Ganeko. En sombra el Gongeda, al sol Zamaia. Al fondo, el Abra.
Llegando al collado entre Ganekogorta y Arrabatxu.
El Gran Bilbao y el Abra desde el Ganekogorta (998 m.). Aunque era temprano había ya mucha gente en la cumbre. Demasiada. Rebaños.
Así que abandono rapidamente la cumbre y me dirijo hacia Arrabatxu (cima de la izquierda) y Pagero (a la derecha). Afortunadamente, la inmensa mayoría de las personas que suben al Ganekogorta no continuan, lo que me permite disfrutar casi en soledad de uno de los tramos de montaña más bonitos de Bizkaia.
El Pagero es el alto que queda en el medio. A la izquierda se asoma Gallarraga.
Desde Pagero, Arrabatxu y Ganekogorta.
Y tambien desde Pagero, Gongeda y Zamaia.
Desde Pagero he vuelto a la pista que lleva al Ganeko desde Gongeda. Muchísima por todo el camino hasta Alonsotegi, teniendo en cuenta que es una zona por la que apenas subía nadie antes de ahora.
Al pasar bajo Gongeda, zoom a la cumbre: mucha gente.
Lo mismo en Zamaia.
Me he detenido a charlar con Jose, un vecino del barrio de El Somo que paseaba a sus perros por la zona, y me ha dicho que estos días han llegado a tener incluso atascos de coches en la pista que llega desde Alonsotegi, de la cantidad de vehículos que se acercaban hasta las inmediaciones de Zamaia y Ganeko.
2 comentarios:
Eso es por tener los bares cerrados, el personal, condición humana, sale a expandirse, al no dejarle intensivo..
Razón no te falta...
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