lunes, 21 de septiembre de 2020

La mujer del bosque

John Connolly
La mujer del bosque
Traducción de Vicente Campos
Tusquets, 2020 

 
Decimoséptima novela de la serie protagonizada por el detective Charlie Parker. Un delicioso manjar, como todas las anteriores. ¿Y sabes lo mejor de todo? Que tal y como termina solo puede significar que Connolly ya tiene la decimoctava en marcha.

En esta ocasión, Parker investiga la muerte de una joven cuyo cadáver ha aparecido enterrado en un bosque de Maine. Los forenses que examinan los restos descubren que la mujer dio a luz poco antes de morir, pero en los alrededores no hay rastro de ningún recién nacido, lo que significa que la criatura pudo haber sobrevivido. Si así fuera, ahora contaría con alrededor de cinco años.

Parker contará con la ayuda de Louis, en esta ocasión sin su inseparable compañero Angel, convaleciente tras ser intervenido por un grave cáncer de colon. Durante la investigación conocerán de la existencia de un solidario "ferrocarril subterráneo" que mantiene una discreta red de hogares donde encontraban refugio mujeres violentadas especialmente amenazadas, como fue el caso de la mujer del bosque -"Casas seguras. Mujeres y niños con problemas a los que se traslada de una casa a otra. Todo oculto al radar, y sólo en los casos más desesperados, los que están apenas a un paso de una muerte violenta. Sin implicación de la policía ni de los servicios sociales estatales o locales. Se entra por un extremo del túnel y se sale por el otro lado, muy lejos"-, pero también se cruzarán (no sin roces) con la América más oscura y racista: "Dos semanas más tarde, Bobby Ocean emprendió la retirada de sus negocios y comenzó a vender sus empresas. Otras dos semanas después, su esposa y él anunciaron su separación. A esas alturas, Bobby Ocean estaba inmerso en el proyecto de crear [...] la Fundación William Stonehurst para las Ideas Americanas, que no tardaría en aliarse con el Partido Americano de la Libertad, el American Renaissance, el Consejo de Ciudadanos Conservadores y el Insttituto de Política Nacional, entre otras organizaciones supremacistas blancas. Bobby Ocean se había convertido en odio puro".

Por si todo esto no fuera suficiente, Parker no es el único interesado en dar con la niña o niño nacida en tan dramáticas condiciones. También lo busca Quayle, un siniestro abogado, acompañado de una letal compañera llamada Mors. En la persecución de su objetivo, dejarán un atroz reguero de dolor y muerte:

"-Dígame, señor Dobey, ¿conoce el cuento del conde Chalais)
Dobey tardó un poco en responder. Si Carlos hubiera acudido a la policía, ya estarían ahí a esas alturas. Dio por perdidas la pistola y el cuchillo. Y su vida.
-No señor -dijo por fin-, no lo conozco.
-Henri de Talleyrand-Périgord, el conde en cuestión, era un noble francés, cercano a Luis XIII, que cometió el error de conspirar contra el cardenal Richelieu, un caballero al que, al estilo de muchos grandes conspiradores, no le hacía gracia que conspiraran contra él. Richelieu ordenó que Henri fuera ejecutado, pero los cómplices de éste sobornaron al verdugo para que no se presentara con la esperanza de salvar la vida de Henri. En lugar de eso, Richelieu confió la tarea a otro prisionero, también condenado a muerte, pero que, desgraciadamente, carecía de las habilidades requeridas para realizar una decapitación limpia. Necesitó treinta y cuatro hachazos para cercenar la cabeza de Henri, que vivió hasta el vigésimo. La lección para usted, señor Dobey, es que incluso si uno está seguro de su muerte, puede morir con facilidad o sufriendo lo indecible. Bien, Karis Lamb: ¿qué... le... dijo... exactamente?
-Dijo -respondió Dobey- que huía del diablo en persona.
Quayle se recostó en el sillón.
-Me gustaría poder asegurarle que ella no hablaba literalmente -dijo-, pero le mentiría".

Como es característico en sus novelas, Connolly combina con asombrosa facilidad las normas de los géneros detectivesco y gótico, armando una compleja trama que te mantiene atado al libro.

1 comentario:

Sal dijo...

'A veces la maldad cobraba una forma silenciosa y botánica. La maldad cristalizada era tan bella como unos inmaculados polvos blancos'.

MISHIMA, La corrupción de un ángel, Madrid, Alianza Editorial, 2012